La Copa debe molar

Me encanta la Copa del Rey, me emociona como torneo y siento tremenda envidia de equipos que viven historias importantes en él. El año pasado fue el Granada CF, sí, pero otros años han sido equipos de menor calado como el Club Deportivo Mirandés o la Agrupación Deportiva Alcorcón. Ver estadios llenos, ambientes coperos y ilusiones multiplicadas son experiencias que me faltan por vivir con el Real Valladolid y que este Pucela necesita.

Acuñando ese eslogan que propagó el Córdoba CF en 2012 y que, ahora, utiliza la Real Federación Española de Fútbol, el Real Valladolid debe hacer más para que la Copa "mole", es decir, para que sea útil y genere en el equipo una competitividad útil y necesaria para un Pucela que debe crecer y que tiene aún mucho margen de mejorar que atacar.

Con la sensación de que el equipo de Sergio González no se ha visto motivado en los tres primeros partidos coperos y sí exigido por no sufrir un golpe moral alto al poder caer ante equipos de Tercera o Segunda B, el futuro a corto plazo del equipo habla de una competición que debe generar más y que debe motivar más. Con todo, la Copa debe molar más. Puede ser una herramienta para LaLiga Santander o un objetivo real, da igual, pero debe ser mucho más útil de lo que se está utilizando esta temporada.

El aprovechamiento que el Real Valladolid debe hacer del torneo es mucho mayor. Independientemente de cómo lo hagan otros equipos de LaLiga Santander o de cómo caigan eliminados, los contextos de esta versión llevan a pensar que los de Sergio González tienen que sacar mucho más provecho de ella. Muchísimo más.

La liberación de Roque Mesa

Si la línea entre 'titulares' y 'suplentes' es tan pequeña como Sergio González narra en tantas y tantas ocasiones, la diferencia entre los encuentros coperos y ligueros debería ser menor de la que, realmente, es con planteamientos y propuestas tan diferentes como las que se ha podido ver en los tres primeros partidos coperos de la temporada pero, sobre todo, en el caótico duelo de Ibiza que no se perdió, muy posiblemente, porque Sergio decidió apostar por Roque Mesa en el descanso.