El legado de Javi Baraja
Javi Baraja ha abandonado el Real Valladolid. El vallisoletano, por decisión propia, ha renunciado al Nuevo Estadio José Zorrilla y cierra su etapa en el banquillo del filial. Con su marcha y la llegada de Julio Baptista, el mundo blanquivioleta cierra una etapa muy exitosa del filial pucelano, aquél que la próxima temporada competirá en la Primera División de la Real Federación Española de Fútbol.
Acceder a la nueva categoría conformada en el fútbol español es el gran legado numérico que deja el entrenador vallisoletano, aunque, también, hay que reconocerle las dos participaciones en el play off de ascenso a LaLiga SmartBank. Si bien en 2020 el filial del FC Barcelona terminó con la esperanza pucelana, más recientemente, una dura derrota (0-5) ante el filial del RC Celta de Vigo prácticamente obligó a cerrar el sueño blanquivioleta.
Una racha de tres derrotas consecutivas cerró la pasada campaña y genera el punto final a una etapa de enorme éxito en todos los sentidos. Si bien con Javi Baraja en el banquillo el equipo ha ganado el 43% de los partidos diputados al imponerse en 23 de los 53 partidos, los pucelanos sólo han caído en el 25% de los partidos.
Perdiendo 13 de esos 53 duelos, el legado de Javi Baraja es de enormes resultados, pero, también, de grandes hojas para la historia del filial blanquivioleta, ya que en ambas temporadas el equipo ha sido líder de su grupo en Segunda División B. En la última campaña sólo lo fue en una esporádica jornada, pero, en la temporada 2019/2020, los pucelanos fueron los mejores del grupo II en dos jornadas.
Asentados y con futuro
Es cierto que el proyecto del Real Valladolid Promesas ha tenido en estas dos campañas un importante sustento económico y una fuerte apuesta por jugadores con cierto bagaje en la categoría, pero, entre todo, Javi Baraja y su cuerpo técnico han sabido liderar al equipo y hacer de éste un grupo asentado en la categoría y con jugadores de futuro, pero, ante todo, de presente.
Pese al cambio y al aterrizaje en la Primera RFEF, el filial llega seguro y convencido porque éste es uno de los principales legados que deja el entrenador vallisoletano: la confianza sobre el trabajo hecho y la seguridad sobre las opciones individuales y grupales del Promesas.