1-0: El Real Valladolid ratifica en Zorrilla su candidatura

El buen inicio del año 2022 para el Real Valladolid tras la victoria (1-0) ante el Club Deportivo Leganés se vio frenado con la derrota (0-3) y la eliminación copera ante el Real Betis. El duelo ante los verdiblancos fue un golpe duro para los de José Rojo, Pacheta. Pese a ello, el entrenador burgalés aseguraba en la previa que el último partido estaba olvidado para hacer frente con fuerza a la visita del Burgos CF al Estadio José Zorrilla.

Con la racha liguera de los blanquivioleta, el Real Valladolid aumentaba los retos y mira con ambición a la zona de ascenso directo. Para estar en los dos primeros puestos de LaLiga SmartBank, los pucelanos debían y deben ser ambiciosos y polivalentes. Por ello y ante ello, encuentros como el firmado ante el Burgos CF confirma el crecimiento de los blanquivioleta.

Si Pacheta aseguraba en la previa que éste era un partido para mostrar la "candidatura" blanquivioleta en objetivos ambiciosos, el duelo no puede valer para una propuesta global mejor. Pese a no ser el mejor duelo en creación de juego y ocasiones, los detalles, siempre tan importantes, fueron determinantes y con ellos los pucelanos presentan su candidatura, una propuesta muy consistente.

Inestable superioridad

Pasada ya más de media temporada y transcurrida casi una vuelta entera en relación al partido disputado en El Plantío en el mes de septiembre, ni el Real Valladolid ni el Burgos CF vivieron los primeros instantes del partido centrados en lo que pasó en el encuentro de la primera vuelta. Ambos sabían que el duelo iba a ser muy diferente, como así fue.

Transcurridos apenas 10 minutos, los de Pacheta ya habían firmado más ocasiones que en aquel duelo de la cuarta jornada. La propuesta y la ejecución del Real Valladolid era totalmente diferente y, con ella, los locales consiguieron ser merecedores de un marcador más favorable. Siendo superiores al equipo burgalés, los blanquivioleta adolecían de seguridad.

Llegando al área rival, siendo superiores al Burgos CF en su campo y consiguiendo triangular y combinar en zonas de peligro, el Pucela mostraba casi todo lo que necesitaba para la victoria pero le costaba ejecutarla con fuerza y convencimiento. La superioridad del juego no era 100% consiste y esto hizo que la puesta en escena fuera muy buena pero que no tuviera el recorrido esperado.

Así, y con un un puñado de acercamientos al área de Alfonso Herrero pero sólo con un par de ocasiones claras, el duelo estaba muy abierto y los de Julián Calero mejoraban con el paso de los minutos. Sin grandes ocasiones ni sensación de peligro sobre la meta de Jordi Masip, el transcurso del duelo equipara las fuerzas, pese a ese gran inicio de partido de los de Pacheta.

Más de lo mismo

Con una tendencia clara en los primeros 45 minutos, el primer tiempo terminó con un estilo de partido en el que el Burgos CF estaba mucho más cómodo que el Real Valladolid. En un ritmo más lento del que necesita el Pucela para ser superior al rival, los visitantes estaban cómodos y bajo los registros en los que mejor se mueve. Por el contrario, los locales mostraban una versión intranquila.

Sin estar en los registros en los que mejor se mueve Roque Mesa o Gonzalo Plata, el duelo tomaba tintes poco interesantes para los pucelanos y, por ello, Pacheta buscó adaptarse al partido que se encontraba el equipo. Ante un rival tan ajustado como el burgalés, el Pucela afrontaba la última media hora de juego variando detalles importantes.

Dejando de ser tan vertical y queriendo se más posicional, los vallisoletanos se adaptaban al rival y al ritmo del partido. Con la verticalidad de Jon Morcillo en el carril izquierdo y la doble punta de Cristo González y Shon Weissman, Pacheta no renunciaba a nada pero lo buscaba de otra forma.

Cristo González, diferencial

En ese cambio de estilo, el partido siguió siendo el mismo. Ritmo lento, pocas ocasiones, escasa verticalidad... Todo lo que frena al Real Valladolid y favorece el Burgos CF estaba en el terreno de juego. En esos momentos, la calidad es más determinante que nunca y Cristo González, por primera vez en la temporada, fue diferencial.

Un acción en el área burgalesa, tras un claro penalti sobre Jon Morcillo, terminó en la escuadra de la portería de Alfonso Herrero y rompió el encuentro. El primer gran gesto técnico del '23' en toda la temporada potencia el buen momento liguero del Real Valladolid.

Así, el tercer gol de la temporada del canario vale la cuarta victoria consecutiva de en LaLiga SmartBank y la séptima en Zorrilla. Ambos son datos que llevan a los pucelanos a buscar nuevos retos porque la candidatura pucelana es seria, fiable e ilusionante.