1-4: Una victoria de oro y renombre en Tenerife

Desde que terminó la victoria (5-1) ante la Sociedad Deportiva Amorebieta, el Real Valladolid sabía que la visita a Tenerife era capital. Pese a que José Rojo, Pacheta, quiso quitar peso al encuentro en el Heliodoro Rodríguez López, el duelo tuvo desde el primer instante un aroma a play off que marcaba la importancia de los puntos en juego.

El ambiente, la exigencia de los duelos individuales, la tensión... Todos los detalles marcaban la importancia del duelo y el Real Valladolid estuvo a la altura como ni el más optimista podía esperar. Si bien es cierto que los de Luis Miguel Ramis comenzaron fuerte el encuentro y exigieron mucho a los pucelanos, los de Pacheta supieron sufrir.

La sensación de peligro de la primera media hora y de casi todo el encuentro era tinerfeña, pero el acierto fue pucelano. Los canarios querían y lo intentaban pero no tenían claridad en los últimos metros, todo lo contrario que el Real Valladolid que estuvo brillante en fases clave del partido. En el momento decisivo, el Pucela no tuvo piedad y ni un gol local a falta de 20 minutos hizo dudar a un equipo convencido y seguro antes de llegar a Tenerife y que sale muy reforzado de la visita al Heliodoro Rodríguez López.

Duro inicio

Pese a la sensación con la que se terminó el encuentro y que no era otra que la que marcaba un resultado acorde al acierto y al potencial de ambos equipos, los primeros minutos fueron complejos y, ante todo, duros. Dureza es el mejor término para definir la primera fase del encuentro.

Pese a que el tanto de Jawad El Yamiq en el minuto 21 minimizó el clima y la tensión, el encuentro arrancó con un juego duro del CD Tenerife. Exigente en todos los sentidos, los de Luis Miguel Ramis llevaron el encuentro al límite. Con una presión alta, cada duelo individual parecía el final y los pucelanos sufrían, pero sabían hacerlo.

Esa superioridad tinerfeña era real e innegable pero no costaba al Pucela nada más allá de la sensación de que el rival era superior. Asumiendo que Pacheta preparaba el duelo con este inicio local, el Pucela acertó en su primera oportunidad y, ahí, comenzó a cambiar el duelo.

El tanto de Jawad El Yamiq en una acción de estrategia cambió el encuentro e hizo que el Pucela tuviera alas para llegar al descanso con ventaja. Pese a que los locales seguían siendo mínimamente superiores en la creación de ocasiones, el Real Valladolid no sufría tanto. Se comenzaba a encontrar cómodo con espacios. Superando la primera línea de presión rival, los blanquivioleta corrían y generaban peligro.

Sergio León, diferencial

El guión parecía similar al inicio del encuentro, pero el Real Valladolid era superior en los matices. Desde ellos se gestó una victoria crucial y que vale más que tres puntos. Conseguir ganar el duelo directo ante los canarios es un plus de premio para un equipo que dominó todos los registros en la última media hora de partido.

Sufriendo y sabiendo jugar en la primera hora de juego, los últimos 30 minutos fueron pucelanos gracias a una acción determinante de Sergio León. El '7', estrella ofensiva tras los tres goles a la SD Amorebieta y referencia sin Shon Weissman, cambió el encuentro tras la asistencia a Gonzalo Plata para el segundo gol.

El quinto tanto de la temporada del atacante ecuatoriano cambió el encuentro. Potenció a los blanquivioleta y sentenció a los tinerfeños. Con la mejor versión de unos y la más débil de otros, el resultado tiene una respuesta clara y segura. Sabiendo sufrir en una hora de juego y siendo diferencial en 30 minutos, el Real Valladolid de Pacheta da el golpe definitivo a la temporada tras salir por la puerta grande de casa de un rival directo por el objetivo.