Iago Aspas devuelve la sonrisa al celtismo

Después del duro varapalo europeo, el Celta volvió a la senda de la victoria liderado, una vez más, por Iago Aspas, autor de un gol y una asistencia. Dos acciones puntuales de la estrella local sirvieron para desarbolar a un pobre Granada, que ya acumula trece jornadas sin vencer. El equipo vigués recupera la autoestima para afrontar con optimismo la recta final del año. 

El guion del encuentro fue el previsible. Los celestes tuvieron el monopolio del balón y los andaluces se dedicaron a defender e intentar crear peligro al contragolpe. Con este planteamiento, Berizzo apostó por un novedoso 4-4-2, con Wass en banda derecha y Aspas junto a Rossi en la punta de ataque. La táctica tardó medio primer tiempo en dar resultado. En los compases iniciales, el Celta gozaba de un dominio estéril hasta que apareció la figura de Iago Aspas. En el minuto 23, se produce un error garrafal de Rubén Vezo, que deja un balón muerto en el área para que el 'pichichi' celeste, llegando desde atrás, fusile a Ochoa. El moañés no falló a su cita con el gol ante el Granada en Balaídos.
A renglón seguido, un pase largo de Aspas dejó a Wass solo ante Ochoa. El remate forzado del danés lo desvió el guardameta. El tanto dio tranquilidad a los vigueses, que circularon el balón con mayor acierto y precisión. En cambio, el conjunto blanquirrojo no daba ninguna sensación de peligro. Poco antes del descanso, una pared entre Bongonda y Aspas deja al belga solo ante Ochoa, al que bate con un disparo raso. El extremo por fin estrenó su casillero goleador esta temporada y se sacó una losa de encima. Además, es la primera diana que hace en Balaídos. La poblada defensa visitante hacía aguas.
El panorama no cambió en el segundo tiempo. El encuentro transcurría sin ninguna emoción hasta que Iago Aspas se inventó una vaselina desde 35 metros que pegó en el travesaño. Todo destello de calidad salió de las botas de "El Genio de Moaña". Poco después, Cabral, solo dentro del área, cabeceó a las manos de Ochoa un córner botado por Wass. Pasaba el tiempo y Lucas Alcaraz mantenía su defensa de cinco contra viento y marea. Los andaluces nunca dieron signos de remontada. 

Agobios finales

Ante tan poca oposición, Radoja se aventuró en solitario al área rival y solo faltó el remate para marcar su primer gol con el Celta. Fue en el minuto 72 cuando llegó la primera oportunidad del Granada. Contragolpe que finaliza Kravets con un tiro cruzado que no encuentra portería. Cuando parecía todo sentenciado, Ponce se plantó solo ante Rubén, pero su chut se fue algo desviado. A la tercera fue la vencida para los blanquirrojos. Error garrafal de Cabral en la salida de balón que aprovecha Kravets para batir al guardameta local. Ese gol puso nervioso a los jugadores locales hasta que Guidetti se inventó una jugada que finalizó Pape Cheikh con un potente tiro dentro del área que superó a Ochoa. El canterano se estrena como goleador y pone el broche de oro al encuentro. 

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