Decepción en el vestuario tras la derrota en San Mamés

La derrota contra el Athletic de Bilbao sentó como un jarro de agua fría para los jugadores del Celta después de cuajar un buen encuentro. Al finalizar el choque, la sensación generalizada entre los hombres de Berizzo era de que volverse con las manos vacías a Vigo era injusto. El guardameta Rubén Blanco fue uno de los más claros a la hora de hablar: "Estamos jodidos. No nos merecíamos esto. Todo el esfuerzo que realizamos se vino abajo con el penalti". 

El joven portero de Mos tuvo claro que parte del problema estuvo en no saber cerrar el partido con las numerosas ocasiones de las que dispuso el equipo. "Más que errores nuestros, fueron aciertos de Kepa con dos paradones. A partir de ahí el Athletic apretó y llegó el penalti". 
Más resignado se mostró Hugo Mallo, que hoy volvía al once tras cumplir los cuatro partidos de sanción. "Tuvimos nuestras ocasiones, perdonamos y quien perdona, paga. Además ya nos paso esto en este mismo campo el año pasado", comentó. A pesar del resultado, el lateral afirmó mostrarse satisfecho con el rendimiento del equipo. "En cuanto a lo que hemos generado nos vamos contentos con las ocasiones creadas. Aunque las teníamos que haber materializado", resumió.
La gran pega que le pone al encuentro del Celta fue la falta de definición. "Por ocasiones, hemos merecido ganar. Hemos hecho muchas ocasiones y con solo haber materializado la mitad hubiésemos ganado con claridad", analizó. También tuvo palabras para la actuación del joven guardameta local Kepa: "Lo ha parado todo y hay que felicitarle".
Por su parte, Jonny intentó ser más optimista que sus compañeros y quiso centrarse en el próximo partido de Copa del jueves ante el UCAM Murcia en Balaídos. "El jueves tenemos un partido muy importante y si conseguimos pasar será un año muy bueno".