El césped de Balaídos vuelve a ser un problema

Un año y 400.000 euros después el césped del estadio de Balaídos vuelve a ser uno de los principales problemas que tiene el Celta. Las quejas de los jugadores han vuelto a escena y se lamentan de que en ese campo es muy complicado darle velocidad al juego. Los futbolistas se resbalan con frecuencia, el verde se levanta con suma facilidad y solo han pasado 12 meses desde que Royalverd colocase un nuevo césped en el vetusto Balaídos.

 
"Con los resbalones no podemos hacer nada. Bueno, sí, cambiar el campo, que está un poco... Bueno, un poco no, está fatal. Pero no hay que quejarse de nada, sino creer, trabajar y pensar en que le vamos a dar la vuelta", comentaba el capitán, Hugo Mallo al acabar el encuentro ante el Shakhtar Donetsk. Lo mismo que afirmó Daniel Wass este viernes en sala de prensa asegurando que es imposible jugar a uno o dos toques con el actual estado del césped.
Solo ha pasado un año desde que el Celta asumió el cuidado del tapete del estadio y tras abonar 400.000 euros lo sustituyó contratando a una de las empresas punteras del sector, Royalverd. Ya en el mes de noviembre una foto publicada por Preferencia Celeste encendía todas las alarmas, el campo ya presentaba problemas que debían ser tratados con luces artificiales.
El cambio de titularidad al Celta del césped de Balaídos no ha traído mejoras. Se ha cambiado, se cuida de manera que parece correcta, pero el campo sigue estando en malas condiciones, tendrán que analizar que le pasa al césped de Balaídos, un césped que hasta hace pocos años era uno de los mejores de la liga.