Charla en el vestuario y caras serias: la resaca de la dura derrota en Éibar
Sin tiempo para digerir la dolorosa derrota frente al Éibar, el Celta de Vigo comenzó este lunes a preparar su próximo partido liguero contra el Athletic Club, con una sesión en la que los futbolistas que fueron titulares en Ipurúa realizaron trabajo específico de recuperación. La plantilla saltó al césped de las instalaciones deportivas de A Madroa cerca de las once de mañana, cuando la hora prevista de inicio eran las 10:30 horas. Jugadores y cuerpo técnico mantuvieron una charla en el vestuario antes de iniciar el trabajo de campo.
Había caras muy serias y rostros de decepción en los jugadores del Celta, algo que no se había visto esta temporada en A Madroa, incluso después de caer ante el Granada en Balaídos. También al técnico Fran Escribá, que se jugará su continuidad en el banquillo en el próximo encuentro contra el conjunto bilbaíno, se le ha visto más serio de lo habitual.
Con Carlos Mouriño, presidente y máximo accionista del club en México, el técnico valenciano tendrá una última bala en la recámara si el Celta no es capaz de contratar a un sustituto en las próximas horas. El vestuario, que aún cree en el trabajo del actual entrenador, está siendo clave para sostener, al menos un partido más a Escribá, aunque son conscientes de la sensación de continua interinidad que está viviendo el míster desde el comienzo del curso, siempre cuestionado por la parte dura de la directiva celeste.
Los titulares realizaron dieron un par de vueltas al campo y realizaron ejercicios de calentamiento con el balón antes de retirarse al gimnasio. El resto de los futbolistas se ejercitaron a las órdenes de Escribá. El equipo volverá el miércoles al trabajo ya que este martes está planificada una jornada de descanso.
