El Celta vuelve a creer en sí mismo de la mano de Sisto y Aspas

Casi un año después el Celta de Vigo vuelve a ganar a domicilio para romper una racha de cinco derrotas consecutivas. Su 1-3 ante el Villarreal despeja el camino y abre las puertas de la esperanza con un equipo más atrevido, más valiente, con más llegada y más gol. Una victoria que certifica lo bueno que se había visto del Celta en el Camp Nou, el camino será largo y tortuoso, pero la apuesta de Óscar García desde el banquillo ha cambiado a un equipo que hace tres semanas estaba muerto.

Presión altísima sobre la salida de balón del Villarreal, así salió el Celta al Estadio de la Cerámica en lo que parece que va a ser la nueva marca de identidad del equipo ahora dirigido por Óscar García Junyent. Hugo Mallo aprovechaba esta situación para realizar su primera llegada al área defendida por Asenjo.

Era Samu, con un acción individual, el que lograba llevar el peligro a la meta celeste, con un Sergio Álvarez que regresaba a la titularidad tras casi un año sin jugar. Respondía el Celta, ya en el 15' con una acción hilvanada entre Lobotka y Brais que dejaban completamente solo a Pione Sisto. El danés recibió el balón, se fue de frente a por Asenjo al que intentó batir por bajo, pero el meta local tocó lo justo para mandar el esférico a córner.

Miedo a balón parado

A medida que pasaban los minutos el partido se iba partiendo sin que ninguno de los dos equipos lograse imponerse al rival. El Celta sufría en cada intentona de Samu y cada centro lateral que descosía a la zaga celeste pero el Villarreal también era consciente del peligro que generaban Pione Sisto, Denis Suárez y Aspas cada vez que tenían la pelota en su campo.

El Celta, antes de lo esperado, retrocedía unos metros ante el empuje local y empezaba a sufrir con los continuos lanzamientos de falta desde los costados que mostraban las carencias de Sergio en los balones por alto hasta el punto de ver como el colegiado tenía que anular un gol de Gerard Moreno por fuera de juego tras una falta botada por Cazorla.

A pesar del paso adelante de los de Calleja de nuevo Pione Sisto, de falta directa, disponía de una buena oportunidad para abrir el marcador. Asenjo tuvo que despejar con los puños y al rechace del meta del Villarreal estuvo a punto de llegar Pape, muy activo también en una primera mitad que terminaba con empate sin goles a pesar de las claras ocasiones que disfrutaron ambos conjuntos.

Pione Sisto, el renacido

Nada más salir al campo Sisto tuvo su tercera ocasión, la menos clara, del partido tras un pase de Aspas. El Celta buscaba salir de nuevo a presionar muy arriba la salida de balón del cuadro castellonense. Y al final, el renacido Pione Sisto lograba adelantar al Celta con un pase profundidad de Denis que recibía al borde del área. El danés recortaba hacia el centro y con un ajustado disparo al palo corto batía, ahora sí, a Asenjo, que aún así tocó el esférico con sus piernas.

Aidoo, error y empate

Poco duró el 0-1 en La Cerámica, Samu, el hombre más incisivo del Villarreal batía a Sergio tras ver como Mallo y Aidoo se iban a por Quintillá dejando solo al nigeriano en un mal movimiento de la zaga celeste, especialmente de Aidoo que persigue a un jugador al que no iba a alcanzar. El tanto descolocaba al Celta y poco después, en el 62', Gerard Moreno disparaba al palo en una acción llena de imprecisiones en la que que Quintillá reclamaba un inexistente penalti de Pape.

Óscar García no se conformaba con el empate y sustituía a Brais Méndez, el más flojo de los celestes sobre el campo, por Santi Mina para que el vigués buscase su gol en los últimos 25 minutos del partido. La replica volvía a estar protagonizada por Denis Suárez y Pione Sisto, un pase en profundidad del de Salceda que remató al palo corto el danés al que respondía Asenjo.

Todo por decidir

El Celta se recomponía y volvía a llegar con peligro a la meta local, Denis, crecido en su faceta de asistente, combinaba con Pape que se plantaba en el área castellonense. El mediocentro, en lugar de buscar el disparo, optó por dar un pase más hacia un Santi Mina que, muy forzado, sí remató. De nuevo Asenjo impidió el gol celeste.

El Villarreal tampoco daba el empate por bueno y en otro error en la marca de Aidoo Gerard Moreno cabeceaba ligeramente desviado rozando el larguero celeste en el minuto 75.

Aspas se reencuentra con el gol

El Celta seguía insistiendo en la victoria, era Aspas el que atacaba el lado izquierdo de la zaga del Villarreal antes de ser atropellado por Pau Torres, que veía una clara amarilla tras arrollar al moañés. La falta, en el lateral del área era botada por Lucas Olaza. El esférico llegaba al segundo palo donde Aspas se anticipaba a su par para rematar, con rechace incluido, al fondo de las mallas.

El 1-2 subía al marcador en el minuto 80, al Celta le quedaba aguantar el chaparrón final de un equipo que no quería ceder su primera derrota de la campaña en su estadio. Óscar reforzaba la zaga viguesa con David Costas al sustituir a Denis Suárez.

Sentencia en el último minuto

Calleja daba entrada a Ontiveros para abrir el campo y con solo un minuto sobre el campo estrellaba el balón en el larguero. Mina tiraba de picardía para cometer una clara falta cerca del área del Villarreal para ganar unos segundos al reloj, que marcaba el minuto 91 de los 94 que se iban a jugar.

Ontiveros era una pesadilla con su infinita colección de regates y quiebros a los que no podían hacer frente los defensas celestes. El Villarreal se volcaba sobre la meta de Sergio pero era el Celta el que marcaba el tercer y definitivo tanto del partido con una carrera de 50 metros, sentando a la zaga amarilla para lograr un doblete vital para moral del moañés y para un Celta que por fin disfruta de una alegría.