El 'Chacho' le arrebata dos puntos al 'Cholo'
El Celta de Vigo de Eduardo Coudet exhibió una magnífica primera mitad en la que agobió al Atlético de Madrid de su compatriota Diego Simeone, se adelantó y acabó llevándose un punto tras un postrero gol del debutante Facundo Ferreyra que ponía el definitivo 2-2 en el marcador después de que Luis Suárez remontara con un doblete el tanto inicial de Santi Mina.
Con una puesta en escena agresiva y el gol de Ferreyra en la última jugada, el Celta de Coudet privó de dos puntos a nada más y nada menos que el líder del campeonato español, aunque Simeone estaba advertido de su peligro. "Coudet les ha dado mucha más personalidad. Tienen un posicionamiento para presionarte en campo tuyo agobiante", reconoció el técnico colchonero antes del duelo.
La lección de scouting la tenía aprendida Simeone, pero no los mecanismos para evitarla, o los futbolistas no supieron plasmarlos por el verde. El caso fue que el agobiante Celta de Coudet se adueñó del balón y rentabilizó su acoso con un gol de Santi Mina en el minuto 13.
Pero este Atlético tiene una cosa que Simeone siempre ha apreciado: contundencia. O como se dice en rojiblanco esta temporada: Luis Suárez. El uruguayo puso la tranquilidad empatando el duelo en la última acción antes del descanso y añadió el 2-1 a los cinco minutos de la reanudación. Dos goles, eso sí, cargados de polémica. El primero, por un posible fuera de juego del charrúa, y el segundo, por una posición antirreglamentaria de Renan Lodi.
Es tan espectacular el rendimiento de Suárez, autor de siete goles en las últimas cuatro jornadas ligueras, que oculta el magnífico trabajo en la noche del Wanda Metropolitano de Coudet, llegado a España para rehabilitar a un Celta hundido en el descenso, que con su sello encadenó cinco victorias en seis jornadas y tuvo el justo premio con el gol de Ferreyra en la última jugada.
Si bien su estrella se apagó en los resultados -cuatro derrotas consecutivas, entre ellas la eliminación en la Copa del Rey ante el Ibiza de Segunda B, y con esta seis jornadas ligueras sin ganar-, en Vigo encuentran en el 'Chacho' una idea de juego reconocible y a un motivador nato, un elemento que coincide con su rival de este lunes.
Desde sus inicios como técnico en Rosario Central, Coudet ponía al 'Cholo' entre sus referentes, en una "licuadora" de influencias que incluían al chileno Manuel Pellegrini, actual entrenador del Real Betis, y a su compatriota Antonio 'Turco' Mohamed, otro ex del Celta. "Siento admiración por él", afirmó el sábado.
Le correspondió en elogios Simeone: "Le ha dado mucha más personalidad, mucha más fortaleza en su juego ofensivo, que siempre lo tuvo, pero con una dinámica mucho más contundente, con una velocidad a la presión a la pérdida de la pelota importante, con un posicionamiento para presionarte en campo tuyo agobiante".
Ese Celta agobiante que esperaba el técnico del Atlético no se hizo esperar. Los celestes pusieron su primer centro al área a los tres minutos y a los diez jugaban ya con todos sus futbolistas de campo en terreno rival. Denis Suárez y Brais Méndez gobernaban, Renato Tapia cortaba el peligro, y Nolito e Iago Aspas esperaban la ocasión para cortar hacia el área.
En una de esas jugadas del Celta que fue de izquierda a derecha, Hugo Mallo aprovechó la autopista que le brindaban por su derecha Saúl Ñíguez y el brasileño Renan Lodi para poner un centro de media altura entre los centrales, al que Santi Mina se lanzó en plancha como si de una piscina se tratase. Tenía agua. Fue el 0-1.
Coudet había pedido a los suyos que no se cortaran y su equipo exhibió en la primera mitad del Wanda Metropolitano sus mejores cualidades: intenso, ganador en todos los duelos individuales, y con la mirada siempre puesta en la portería. Solo le faltó, quizás, convertir el peligro constante en ocasiones claras.
Y no matar a este Atlético se nota. Cuando parecía que iba a saldar la primera mitad sin chutar a puerta, apareció el 'pichichi' Luis Suárez. Ángel Correa vio la llegada de Marcos Llorente por la derecha, y su centro raso encontró al goleador sudamericano en el segundo palo, presto a rescatar a su equipo antes del descanso.
Vista la primera mitad, Simeone tuvo claro que tenía que ganar ímpetu en el centro del campo, y lo incorporó con la garra charrúa de Lucas Torreira en lugar de un nervioso Felipe. La salida del brasileño suponía la vuelta al 4-4-2 tradicional que el técnico del Atlético había usado siempre hasta esta temporada.
El resultado fue liberar a Geoffrey Kondogbia, hasta entonces perdido a mil cosas y a ninguna en su primer duelo como titular, y no tuvo un mejor efecto: el galo puso un centro espectacular a la llegada por la izquierda de Renan Lodi, en posición dudosa, que no tuvo más que poner el pie para ceder a un Suárez que se adelantó al central para hacer el 2-1 definitivo.
El Celta no le perdió las ganas, y el alma de este equipo, Iago Aspas, aprovechó un rechace para plantarse delante de Oblak, hasta que un salvador Kondogbia le rebañó el balón justo a tiempo. Aun así, y cuando el Atlético estaba jugando mejor, Ferreyra encontró un pase al hueco de Augusto Solari con el que el 'Chacho' le robó dos puntos al 'Cholo', al que no le alcanzó con los goles de Suárez.