El 'fútbol de salón' regresa a Balaídos

El Celta de Vigo cerró con una fiesta la peor semana de su historia reciente. La goleada lograda ante elDeportivo Alavés fue el bálsamo que necesitaba un equipo que cierra su salvación matemática en LaLiga Santander con una exhibición de fútbol y goles comandada por Denis Suárez y Iago Aspas. Con Balaídos entregado a sus estrellas, cantando 'Denis quédate', el celtismo volvía a entonar tímidamente 'A Rianxeira' olvidándose de Santi Mina, historia pasada del Celta. El 'fútbol de salón' regresó a Balaídos de la mano de los canteranos que han sustentado este equipo en la última década.

Eduardo Coudet apostó por devolver la titularidad en mediocampo a Denis Suárez y por dar entrada en el ataque a Thiago Galhardo. El italo-brasileño sustituía a un Santi Mina del que el Celta ha borrado todo rastro tras ser condenado a cuatro años de prisión por un delito de abuso sexual cometido en 2017. En la semana más convulsa y complicada de la historia reciente del club los celestes buscaban cerrar la salvación matemática y dar una alegría a una afición huérfana de victorias e ilusiones. Salían los vigueses con ganas de agradar al celtismo. Cinco minutos de control absoluto de la posesión con varios acercamientos peligrosos en forma de centro culminaron con el 1-0 obra de Thiago Galhardo tras ganarle el sitio a Laguardia. Su segundo gol en Liga, tras pase de Denis Suárez, era el justo premio a un arranque notable en el que el Celta superaba el 80% de posesión.

Era el Alavés quien necesitaba la victoria, algo que no se reflejaba sobre el verde de Balaídos. Los pupilos de Eduardo Coudet dominaban a placer el encuentro con largas posesiones. La pelota merodeaba la meta de Pacheco con Iago Aspas caracoleando dentro del área para buscar el pie de Galhardo. También lo intentaba Javi Galán con un pase al punto de penalti despejado por la zaga babazorra. Con Denis Suárez al volante de la añorada Chachoneta las ocasiones se sucedían en los mejores primeros 20 minutos del Celta en Balaídos en meses.

Un gol mágico en el que Balaídos dicta sentencia

Aspas, en su lucha por el Zarra, volvía a pecar de cierto egoísmo en los siguientes minutos. Con 15 tantos en su cuenta buscaba ser por cuarta vez el máximo goleador nacional en LaLiga. Llegó el decimosexto en un momento casi mágico, la grada de animación comenzaba a cantar 'Denis quédate'. La pelota llegaba al de Salceda de Caselas. Todo Balaídos secundaba el cántico a favor del canterano. Como si el celtismo espolease al centrocampista con su apoyo este se inventaba un pase en profundidad imposible de trazar sobre Iago Aspas, el moañés ajusticiaba a Pacheco en el palo corto. Llegaba el 2-0 en el minuto 33. El Alavés era un muñeco de trapo en manos de Denis Suárez.

El Celta llegaba con un cómodo 2-0 al descanso. Balaídos disfrutaba del mejor partido de los suyos en muchos meses ante un rival muerto. Velázquez, técnico victoriano, modificaba su equipo introduciendo dos cambios al comienzo de una segunda parte. Aspas tuvo el 3-0 en sus botas a pase de Denis Suárez nada más arrancar la continuación. El mal control del moañés impidió que se plantase delante de Pacheco. Los huecos para el Celta iban a aparecer ya que el Alavés se la jugaba con defensa de tres, una defensa que estuvo a punto de reventar Brais Méndez en el 52'. Tras dos recortes su disparo se marchó rozando el palo derecho de Pacheco.

El cuadro vitoriano mostraba una mejor cara pero las ocasiones eran para el Celta. Aspas perdonaba el 3-0 en una rápida transición con Thiago Galhardo. El moañés se complicaba con un recorte de más quedándose sin espacio ante Pacheco. No lo tuvo que lamentar el Celta ya que el propio Aspas terminaba asistiendo a Cervi en el 57'. Con cierto suspense la pelota se colaba en la portería de Pacheco. El partido quedaba listo para sentencia. El único aliciente era ver si Aspas lograba marcar más goles en su lucha por el Zarra.

De nuevo tuvo una oportunidad en el 64'. Thiago Galhardo se disfrazaba de Denis Suárez asistiendo a Iago Aspas. El moañés encaraba el área rival, Ximo Navarro lo derribaba en la frontal y el colegiado no dudaba en mostrarle la cartulina roja. La falta era para Aspas, su disparo se estrellaba en la barrera. La pelota caía de nuevo en sus botas y con un durísimo remate ponía el 4-0. Aspas se retiraba del campo con 17 goles entre los aplausos y vítores del celtismo.

Hubo minutos para Gabri Veiga y para Orbelín Pineda. También para Solari, Tapia y Nolito. Ya nada se jugaba sobre el césped, solo el mexicano intentaba agitar el partido con su juego eléctrico y desordenado. El quinto no llegó por milímetros en una jugada entre Kevin Vázquez y Thiago Galhardo. No era necesario pero sí hubiese sido un bonito homenaje para el de Camos, que cumplía 50 partidos oficiales con la celeste. El Celta cerraba con una fiesta su semana más complicada y convulsa. El 'futbol de salón' volvía a vibrar en Balaídos.