Una goleada por la salvación

La última vez que Real Zaragoza y Real Oviedo se vieron las caras en La Romareda en Primera División, los aragoneses golearon por 5-2.

Algo más de quince años han pasado des de la última vez en la que Real Zaragoza y Real Oviedo se vieron las caras en Primera División. Dos equipos que comparten pasado ilustre en la máxima categoría y que tuvieron incluso tiempo de disfrutar de la competición europea, que para el Real Zaragoza, supuso además el mejor recuerdo de la historia reciente, en aquella final de París.
Todo aquello queda lejos, como también la última vez que los dos coincidieron en la máxima categoría. Corría el mes de febrero del año 2001 cuando el Real Oviedo visitó La Romareda. Era la jornada 23 de una temporada 2000-01 que fue convulsa para ambos equipos. El conjunto asturiano se asomaba peligrosamente al abismo del descenso del que todavía le separaban 9 puntos; el Real Zaragoza, que estaba también con los mismos 27 puntos por entonces, había despedido ya a Juanma Lillo tras el fiasco europeo ante el Wisla Cracovia. Luis Costa era el hombre encargado de enderezar el rumbo de los aragoneses. Con él y con el fichaje de Juan Eduardo Esnáider, el Real Zaragoza debía buscar la salvación.
El encuentro comenzó de la forma más extraña posible. José Ignacio, que en aquella temporada acabó con 9 goles (6 en Liga), abría el marcador tras apenas seis minutos de juego. Quince minutos después llegaba el segundo, en el minuto 23, Boris tocaba el balón con la mano tras rebotar en su pierna y el colegiado señalaba penalti. Esnáider anotaba el 2-0, en el que era su cuarto gol de la temporada (acabaría con 11). El conjunto ovetense recortaba diferencias en el minuto 32 por mediación de Danjou. Aún habría tiempo para otros dos goles en la primera parte. El primero llegaría en el minuto 38, de las botas de Vellisca; mientras que el segundo, el 4-1, era un golazo de nuevo de Esnáider, en el minuto 44. Un balón suelto, en una zona poco habitual, escorado y desde prácticamente 30 metros que el delantero argentino convertía en un auténtico golazo.
La locura se mitigaría en la segunda parte. Con el partido prácticamente decidido, todavía llegarían un par de goles más. El primero, otro golazo. En esta ocasión sería 'Toro' Acuña el encargado de enganchar una volea tras un par de rebotes para colocar el balón en la escuadra de la portería del Real Oviedo. El encuentro se cerraba con el segundo gol del equipo asturiano, en esta ocasión, por mediación de Jaime, que había entrado en el descanso.

Recuerdos de una temporada aciaga para el Real Oviedo, cuya mala racha se prolongaría durante toda la parte final de la temporada, acabando por condenar a los ovetenses al descenso a Segunda División. Por los pelos se salvó el Real Zaragoza, que acabó apenas un punto y un puesto por encima de su rival, pero que por caprichos del destino, acabó de manera triunfal, tras ganar la Copa del Rey ante el Celta de Vigo, lo que permitió a los blanquillos jugar competición europea la campaña siguiente.
Poco más que la memoria queda de lo que eran ambos equipos en aquella temporada. Quizá solo haya algo que siga exactamente igual, pues entonces, como ahora, Esteban ocupaba la portería del Real Oviedo.