Ivi se mofa del experimento de Milla

El Zaragoza ni funciona y su imagen no es la de un equipo solvente. Milla se enroca en sus ideas y va dejando cosas muy claras conforme van pasando los partidos: Bagnack y Popa no cuentan, Edu García tampoco y la consecución de errores no afecta a las decisiones del turolense. Así las cosas, José Enrique debutó con el equipo aragonés como central derecho y Javi Ros siguió en banda izquierda mientras que los nombrados anteriormente se quedaban esperando su ¿oportunidad? Los problemas en el lateral derecho son muy evidentes y las vías de agua a tapar son cada vez más numerosas.

 
El Sevilla Atlético salió a por la victoria desde el minuto uno. El filial sevillista acorraló a los aragoneses en su portería y en el primer cuarto de hora mereció llevar dos goles en su casillero. Irureta salvó dos goles cantados, primero a Curro y después a Ivi. Los de Milla eran un desastre. Pelotazo va, pelotazo viene, sin soluciones para sacar el balón y la única vía de Erik Morán habitualmente taponada. Además, desde que se lesionó Xumetra, Milla renuncia a la profundidad en la banda izquierda.
Todo estaba abocado a un nuevo fracaso en un Sánchez Pizjuán desangelado, lejano a aquellas otras tardes de épocas pasadas y ante un equipo B que derrochaba ganas, juventud y brío. Los locales jugaban a 100 por horas y el Zaragoza a 50. Las genialidades de Lanzarote a balón parado y alguna que otra individualidad pasajera confirmaban que los de Milla se habían presentado en Nervión.
Por supuesto hay que añadir perjuicios arbitrales. Hace muchos años que el Zaragoza no cultiva su relación con Villar y sus acólitos y eso se refleja en cada partido. Hubo una intentona el año pasado con Sánchez Arminio, pero el club decidió retransmitirla y eso fue peor. Ayer, Alberola Rojas decidió sacar fuera del área un derribo de Caro sobre Ángel. No hay ninguna duda. La falta se cometió dentro y el pitolari de turno y su ayudante en la banda lo sacaron fuera.
Aún tuvo el Zaragoza un arreón final en los primeros 45 minutos y, sin mucho peligro, inquietó la meta sevillista. Un buen tiro de Muñoz y alguna intentona de Ángel fueron el escaso bagaje que se necesita para ganar cualquier partido de fútbol. En Segunda división o en cualquier liga de veteranos almorzadores.
El Real Zaragoza salió del vestuario con muchas más ganas. El equipo aragonés se mostró espoleado y probó en varias ocasiones la seguridad de Caro. En una de esas llegadas, Ángel vio a Juan Muñoz, que hizo gala de su calidad en el área para poner por delante a su equipo. Los de Milla no se conformaron con el gol y se lanzaron a por el segundo, que estuvo también muy cerca del delantero sevillano. Pero la mejor fue de Lanzarote en un gran lanzamiento de falta que sacó de forma espectacular Caro.
En el saque de esquina posterior, el Sevilla Atlético montó el contragolpe, merodeó el área de Irureta y Borja Lasso sacó el tarro de las esencias para encontrar a Ivi y el empate en un remate sin ángulo que superó al meta vasco. El gol noqueó al equipo de Milla, quien no encontraba ninguna solución. Xumetra volvió tras su lesión, pero el filial se desató y pudo desnivelar la contienda en esa fase del encuentro. Fue Ivi a los pocos minutos el que lo hizo, en otra acción desastrosa de toda la zaga.
El partido se acabó con un Real Zaragoza sin ideas. Las primeras alarmas saltan en el equipo aragonés porque van cuatro partidos sin ganar y sobre todo porque las sensaciones emitidas son nefastas.