Un extraño blanquillo en El Molinón

El Real Zaragoza volvió a El Molinón, un campo en el que ha vivido grandes duelos a lo largo de su historia y contrariamente a lo que se había anunciado semanas atrás, no lo hizo vistiendo su tercera equipación, la avispa, como ya hiciera en su último encuentro lejos de La Romareda, en la derrota en Almería.

Quizá por superstición tras firmar el peor encuentro de la temporada ante el equipo andaluz, pero los aragoneses se vistieron de blanco -pantalón incluido- para disputar el encuentro frente al Sporting. Una situación que lejos de lo que se pudiera pensar, no causó ningún tipo de confusión entre ambos equipos, especialmente si se tiene en cuenta que en la camiseta del equipo asturiano el rojo predomina muy por encima del blanco en la camiseta.
Lo cierto es que es una situación anómala, al menos en las últimas fechas, en las que el Real Zaragoza siempre vistió su equipación de respeto en sus visitas al feudo gijonés. Desde la recuperación de la camiseta Avispa, homenaje al Iberia, el aurinegro ha sito su color habitual, aunque también hubo la excepción marcada por una llamativa camiseta amarilla fosforita. Sin embargo, si nos remontamos algo más atrás en el tiempo, concretamente hasta el siglo XX, lo habitual era ver al Real Zaragoza jugando en El Molinón con los colores habituales, blanco y azul, mientras que el Sporting lucía la tradicional camiseta rojiblanca con diferentes colores para pantalón y medias.