Delmás, Benito y una tal competencia

El Real Zaragoza cerró a primeros de junio de 2017 el fichaje de uno de los mejores laterales de Segunda División: Alberto Benito. Tras su gran temporada en el Reus junto al técnico zaragocista Natxo González, las esperanzas en él se multiplicaron. Sin embargo, en su trayectoria se cruzó un Julián Delmás reivindicador y merecedor del puesto. La duradera lesión del catalán sumada a las buenas actuaciones del canterano hicieron cambiar al lateral derecho de propietario. Pero bien es sabido que “la cabra siempre tira el monte”, y Natxo, como ya lo hizo frente al Huesca en El Alcoraz, ha vuelto a apostar fuerte por Benito en el costado diestro. Esta vez, con resultados.

Benito cumplió con las expectativas generadas en su juego a principio de temporada. Lateral profundo, de corte ofensivo, intenso en defensa… Y a la sexta jornada se rompió. Un pinchazo en el gemelo izquierdo en la primera parte frente al Nástic de Tarragona inició la disolución del rendimiento del jugador. Las malas sensaciones se confirmaron –por una rotura de fibras- y el plazo de recuperación se pospuso a más de un mes después. Su relevo, Julián Delmás, aprovechó la coyuntura y se hizo dueño y señor del lateral derecho a base de buenos minutos partido tras partido. El canterano zaragocista hizo olvidar a Benito.
Pese al incontestable rédito que ofreció Delmás desde su primera participación, la sombra de un Benito ya recuperado siempre estuvo al acecho. En la jornada 13 contra el Huesca, se pudo comprobar. La desaparición en el once del canterano por el catalán causó cierta sorpresa. Porque Natxo siempre ha alabado el buen hacer de Julián, pero su preferido para ocupar la banda es su pupilo en Reus. Otra recaída en forma de lesión volvió a apartar a Benito de los terrenos de juego, mientras era incluso primera opción en el lateral zurdo para sustituir a Ángel por delante de Lasure y Oyarzun.
El pasado sábado frente al Tenerife, Alberto Benito volvió a disfrutar de la titularidad en su carril natural, en detrimento de Delmás. Su actuación fue más que notable. Incisivo desde el comienzo de partido, de sus botas se generaron las primeras ocasiones del Zaragoza. Volvió a ser aquel lateral ganador de metros y llegador a línea de fondo. Tan solo el último pase le faltó para auparse como el mejor socio de los atacantes blanquillos. El futbolista aprovechó su oportunidad, a pesar de que el aroma respirable se conjuga con la poca justicia que pueda suponer sentar a Delmás. Benito ha reaccionado, pero su continuidad en el once carece de seguridad, siempre a efectos meritorios del otro aspirante al puesto. Natxo sabrá, Granada dirá.