El Zaragoza aprende a sufrir y suma tres puntos vitales en La Romareda

Nueva prueba de fuego para el Real Zaragoza en casa ante su público. Llegaba a La Romareda el Córdoba, el peor visitante de la categoría. Pero ni por esas el aficionado blanquillo podía estar tranquilo. Ya sabemos que este equipo es capaz de lo mejor, pero también de lo peor. De hecho, lo segundo es más habitual últimamente que lo primero. 

Marcado por el cierzo y por el frío, el encuentro empezó con un Real Zaragoza que comenzó agitado en ataque. Quiso tener la iniciativa y fue el primero en crear peligro. Borja y Pombo en el ataque congeniaron bien. De hecho, a los 10 minutos de juego, el canterano le puso al 'panda' un gran balón al corazón del área que el gallego no logró rematar. 
El Córdoba solo tuvo ocasiones a balón parado en los primeros compases de juego. Al compás de Javi Lara, el cuadro califal sufrió su primer contratiempo pasado el primer cuarto de hora de juego. Un choque fortuito de Edu Ramos con Benito, dejaba al jugador de los cordobeses fuera de juego y los visitantes tenían que hacer su primer cambio. 
Por si fuera poco, dos minutos después llegaría el gol del Real Zaragoza. Un saque rápido en campo propio llegó a los pies de Zapater que con una maniobra rápida buscó a Pombo -que se movió muy bien- con un balón largo. El canterano no perdonó el mano a mano y definió muy bien ante un adelantado Kieszek que no pudo tapar ese buen balón. 
Después del gol fue el Córdoba el que dio un paso adelante. Por suerte para los intereses blanquillos, las intentonas andaluzas se toparon con un acertadísimo Cristian Álvarez. Entre tanto, los de Natxo tuvieron la ocasión de abrir brecha en el marcador. Una mano en el área de Joao Alfonso pudo suponer el 2-0 de Borja desde los once metros. Pero por segunda vez consecutiva, el gallego falló. 

Sin tregua

En la segunda mitad el Real Zaragoza no quiso tropezar dos veces en la misma piedra y lo cierto es que salió a intentar marcar el segundo con la intención de cerrar el encuentro. El Córdoba, por su parte, también salió a apretar a los blanquillos. Las ocasiones más claras, eso sí, fueron para los locales mientras que el Córdoba tuvo más el balón, aunque sin finalizar ocasiones. 
Zapater fue uno de los jugadores más activos y, curiosamente pese a su posición, el que generó algunas de las ocasiones más claras. Un lanzamiento de falta y un disparo en el área que Kieszek salvó con el pie milagrosamente fueron las más claras del ejeano. Pero es que Febas siguió generando juego, Pombo pisó área y también tuvo ocasiones desde la lejanía. Y Borja, con buenos movimientos, aunque menos 'finalizador' que sus compañeros, intentaron abrir brecha en el electrónico.
Era un buen escenario para la victoria... hasta que llegó el penalti de Lasure sobre Jovanovic. El recién incorporado Alfaro -hermano del Alfaro zaragocista- no pudo batir a Cristian, que paró en la portería maldita de La Romareda, donde ya había fallado Borja. De nuevo el argentino se encumbraba como héroe en una situación crítica como ya hiciera en Gijón.
Esta vez el Real Zaragoza sí que supo sufrir. En los compases finales aprendió a no complicarse la vida con el balón y a defender sin fisuras los ataques del Córdoba. Tres puntos vitales para el equipo aragonés que esta semana podrá volver a respirar con cierta tranquilidad.

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