El polémico Figueroa Vázquez pitará la final contra el Rayo

El destino ha querido que colegiado designado para la final del domingo contra el Rayo Vallecano sea Figueroa Vázquez, un árbitro que le trae muy malos recuerdos al zaragocismo. Primero, por expulsar a Ratón la temporada pasada ante el Real Oviedo cuando estaba en el suelo lesionado. Esta temporada también quiso ser el protagonista del partido que el Real Zaragoza jugó contra el Nàstic en la jornada cinco. En la primera mitad del encuentro, expulsó a Borja Iglesias simplemente porque el ariete rozó ligeramente al portero Dimitrievski. Este se lanzó al suelo con descaro fingiendo una agresión, teatro que dejó atónitos incluso a algunos de sus compañeros, como el capitán Xavi Molina. Pese a la acción antideportiva del portero macedonio, resultó incomprensible que Figueroa pitara falta debido a que la acción fue delante de él.

El número del veterano colegiado sevillano, de 41 años, siguió en la segunda parte. El Real Zaragoza, que iba 1-0 acabó cediendo el empate por culpa de un gol cuya jugada nació en fuera de juego. En vez de digerir sus errores, el árbitro llegó a atacar a los jugadores blanquillos con la siguiente frase: "Os conozco". Después del partido, Figueroa Vázquez escribió en el acta que el director general del Zaragoza Luis Carlos Cuartero, le dijo: ;¡No le ha tocado! ¡Te lo has inventado!". En el escrito anotó también que le habían tenido que separar los cuerpos de seguridad. El caso quedó archivado por el Comité de Competición.
Aquel día Figueroa Váquez demostró venir con ganas a La Romareda, tal vez con el recuerdo fresco de su anterior 'gran' actuación contra el Real Zaragoza. Fue en Oviedo el anterior mes de mayo, cuando los blanquillos empataron a cero en El Tartiere. Con Ratón en el suelo lesionado y Edu García pidiendo asistencia médica, el andaluz pensó que era mejor idea expulsar al arquero al entender que estaba perdiendo tiempo. El destrozo afortunadamente no fue mayor, y el Real Zaragoza pudo sujetar el punto.
Desde que está en Segunda, el equipo aragonés tiene una auténtica maldición con el sevillano. De los once partidos que les ha pitado, sólo han ganado uno. Eso sí, por lo menos no cometió errores tan graves y complicados de entender como los del pasado año 2017.
El Real Zaragoza cruzará los dedos para que en Vallecas se muestre más tranquilo en sus decisiones. Y es que hay demasiado en juego.