La Romareda se despide del foso
El estadio municipal de La Romareda está cambiando su fisonomía durante las últimas fechas. El pasado verano, por exigencias de LaLiga Santander cambió de color, otorgándole al azul la nota dominante. En esta ocasión ha tomado protagonista la seguridad y el elemento esencial que variará su aspecto es el foso que separa la grada y el césped.
Una actuación que se anunció semanas atrás desde el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza. El consistorio ha acometido una inversión cercana a los 130.000 euros con el fin de mejorar la seguridad en el estadio. De esta manera, se ha procedido a cerrar el foso perimetral, que queda cubierto por una rejilla metálica. Además, se han instalado también barras antipánico en las puertas de salida a lo largo del estadio.
Se pretende de esta manera evitar cualquier tipo de incidente y mejorar la seguridad de los espectadores que acudan al estadio. De esta manera, se facilitan tanto la salida al exterior como una posible evacuación hacia el césped. Cabe recordar que en 1994 ya hubo un incidente que, aunque quedó en un susto, bien pudo ser de mayor gravedad. El 14 de febrero, durante el encuentro que el Real Zaragoza le ganó al FC Barcelona por 6-3, una de las vallas cedió y un grupo de aficionados cayó al foso. Se produjeron veinte heridos de los cuales cuatro quedaron ingresados.
Algo que ya no podrá suceder desde este mismo fin de semana en el que el Real Zaragoza se verá las caras con la UD Las Palmas. Vista la situación del estadio durante la presentación de Álvaro Vázquez como nuevo jugador blanquillo, parece claro que de cara al próximo encuentro de LaLiga 1|2|3, todo estará perfectamente listo y preparado para el encuentro.