Alcaraz no encuentra la tecla

El Real Zaragoza volvió a perder. El equipo aragonés se volvió de vacío de su visita al líder, el Alcorcón. Un encuentro en el que el técnico blanquillo, Lucas Alcaraz, quiso darle una nueva vuelta de tuerca al equipo. Obviamente, sin obtener el resultado deseado.

Y es que parece que el entrenador andaluz no acaba de encontrar la manera de equilibrar a un equipo que o bien sufre en defensa, recibiendo goles en los primeros minutos, como en ocasiones anteriores; o bien se deshace en ataque, como en Alcorcón, donde ni tan siquiera fue capaz de disparar a la portería de su rival.

Nombres y sistemas que cambian pero no permiten al conjunto aragonés mejorar en exceso su imagen. Desde la llegada de Alcaraz, mucho ha variado el Real Zaragoza. Del uso del rombo en el inicio se pasó a la defensa con tres centrales, con la que llegó la victoria en Tarragona. Un sistema que el entrenador ha mantenido en los partidos siguientes, aunque siempre con variantes.

En total, en apenas cinco encuentros, Lucas Alcaraz ha usado hasta diecinueve jugadores en sus alineaciones titulares. Siempre teniendo en cuenta que a las decisiones técnicas se le han sumado lesiones, sanciones y jugadores recuperados. Tres jugadores son fijos: Cristian Álvarez, Pombo y Eguaras. A partir de ahí, todo ha variado. En el inicio, la elección del entrenador pasó por: Benito, Grippo, Verdasca, Lasure, Igbekeme, Zapater, Buff y Aguirre. La recuperación de Marc Gual borró de los planes a Aguirre en el siguiente partido. En Tarragona entraron Delmás y Perone por las bajas de Benito y Grippo; a eso se le sumó la irrupción de Pep Biel y los añadidos de Nieto y Javi Ros. Frente al Mallorca Álvaro Vázquez adelantó en el inicio a Marc Gual, que sin embargo fue definitivo de cara al resultado final. Y en Alcorcón, oportunidad para Álex Muñoz y nuevas variantes en la defensa en busca de proteger la portería.

Cambios y variantes en busca de una solución que parece no acabar de llegar pero que tendrá que encontrar Lucas Alcaraz si quiere evitar que el equipo se meta en auténticos problemas.