Triunfo de fe del Real Zaragoza en Santo Domingo

Juan Ignacio Martínez es un hombre de fe. Una cualidad que no oculta y que no sólo lleva con orgullo sino que además, transmite a sus jugadores. Así consiguió la salvación la pasada campaña y así llegó el primer triunfo esta temporada. Sobreponiéndose al gol encajado con paciencia y voluntad, hasta lograr doblegar a un Alcorcón tremendamente complicado pero al que los cambios de JIM logró desarmar

Salió mejor el Alcorcón. El equipo local buscaba presionar arriba aprovechando la lentitud de la circulación del centro del campo blanquillo formado por Eguaras, Petrovic y Zapater. Sin embargo, los alfareros no encontraban profundidad y, en el caso de los aragoneses, la búsqueda de la portería rival finalizaba en varias acciones de fuera de juego. No sería hasta el minuto diez de partido cuando llegaría la primera ocasión de gol, para el Alcorcón, con un zapatazo de Hugo Fraile, abandonado al borde del área, que se marchó al poste de la portería de Cristian Álvarez.

Con el paso de los minutos se diluyó la efervescencia local. Ahí apareció el Real Zaragoza habituado a tomar el control del encuentro. En el primer impulso ofensivo de Fran Gámez se reclamó penalti por mano del central Carlos Hernández, tan obvia como abierta a la interpretación arbitral. A los veinte minutos, el primer gol subía al marcador. Moyano se introducía en la defensa blanquilla con facilidad ofreciéndole el balón a Xisco, cuyo remate repelía con mérito Cristian, que nada podía hacer ante la aparición, nuevamente, de Moyano, que volvía a ganarle la partido a toda la defensa para poner el 1-0.

El partido entró en una fase de barullo, detenido por la pausa de hidratación. Después, el equipo aragonés volvió a hacerse dueño del esférico, y de una buena jugada de ataque llegó la ocasión más clara, un cabezazo de Narváez que detuvo de forma brillante Dani Jiménez. Un duelo que volvería a repetirse con un derechazo del colombiano buscando la escuadra que volvería a estrellarse de nuevo con el portero local, que evitaba el empate antes del descanso.

Con los cambios llegó la reacción

Tras pasar por vestuarios, Juan Ignacio Martínez buscó la profundidad que había costado encontrar en la primera mitad con la inclusión de Nano Mesa y Borja Sáinz en lugar de Petrovic y Bermejo. Un cambio que iba más allá de los nombres, variando también el esquema en busca de aunar las virtudes de los jugadores de ataque. A falta de buen fútbol, sería la estrategia le que permitiría al Real Zaragoza anotar su primer gol gracias a la combinación entre Zapater y Eguaras, siendo el navarro el encargado de batir la portería del Alcorcón.

Con los cambios llegó el gol y con el gol, una mejoría notable de los aragoneses. Eguaras tomaba la manija del encuentro y Nano Mesa parecía revolucionar el ataque. Sin embargo, la historia se repetía. De la mejor jugada del equipo blanquillo llegaría una nueva ocasión de Narváez, que estrelló en esta ocasión el balón en la defensa tras el pase atrás de Fran Gámez.

Seguía el Real Zaragoza superando a su rival y, esta vez sí, tuvo premio. El esfuerzo de Narváez, el talento de Nano Mesa y la insistencia de Chavarría le otorgaron el premio del segundo gol a Vada, que mostró oportunismo de delantero centro para aprovechar el error defensivo del Alcorcón.