Victoria de prestigio para seguir soñando

Victoria trabajada y de prestigio del Real Zaragoza por 1-0 ante el Girona FC de Michel que permite a los de Juan Ignacio Martínez sumar 47 puntos y soñar con un playoff que se queda a 6 puntos. Los zaragocistas neutralizaron el juego de los catalanes, y gracias a un golazo individual de Borja Sainz, sumaron tres puntos que sellan, prácticamente, la salvación y permite a los aragoneses soñar en las últimas jornadas.

La tarde pintaba bien para el Real Zaragoza, con una temperatura ambiente ideal y con una Romareda con gran entrada el partido ante el Girona se presentaba como el último billete para intentar meterse en la terna de los playoff. Por su parte, el Girona de Míchel buscaba una victoria para consolidarse en la cuarta plaza de la tabla.

El encuentro empezó muy igualado y ninguno de los dos conjuntos era capaz de hacerse dueño del balón. El plan de JIM era claro cederle la pelota al cuadro catalán y esperar replegados en campo propio para salir a la contra.

En este inicio fulgurante la primera ocasión sería de tinte blanquiazul. Borja Sainz, esta vez en banda izquierda, se asociaba con Chavarría y el lateral ponía un pase raso que Iván Azón remataba cómo podía con la puntera. Sin embargo, Juan Carlos detenía el esférico sin mayor problema.

El ritmo de juego bajaría y el encuentro pasaría a una fase más de posesiones largas del Girona, que no encontraba la forma de hacerle daño a un Zaragoza muy bien posicionado en campo propio. De nuevo, lo intentaría el cuadro aragonés, en esta ocasión era Eugeni el que probaba fortuna con una falta lejana que con rosca la ponía cerca del poste izquierdo y obligaba a Juan Carlos a enviar a saque de esquina.

Los de Míchel se comenzaban a desesperar porque no eran capaces de generarle al los locales, apenas en un par de disparos lejanos, pero sin ningún tipo de peligro. Y a la media hora de juego llegaría el gol local.

En un córner botado por el Girona, la zaga blanquilla despejaba con un pelotazo y este le caía a Borja Sainz, que tras hacerle un pequeño sombrero a Pol Lozano, metía el turbo y, en un sprint de 60 metros le ganaba en el cuerpo a cuerpo al defensor, para picarle el esférico a Juan Carlos para desatar la locura en La Romareda. Una auténtica obra de arte, y un gol de crack.

Con el gol el guion de partido se acentuaría todavía más y el Real Zaragoza comenzaría a tener más la posesión y a jugar muy cómodo sin ningún tipo de presión, todo lo contrario al Girona.

Antes de terminar la primera mitad verían la cartulina amarilla Francés, por parte del Zaragoza y Nahuel Bustos para el cuadro catalán. Poco más sucedería y ambos conjuntos se marcharían al descanso.

Míchel cambiaba el sistema e introducía cambios

Al técnico del Girona no le gustó nada la primera mitad de su equipo y nada más comenzar la segunda mitad decidió hacer un doble cambio y modificar el sistema. Samu Saiz y Ramón Terrats ingresaban en el terreno de juego por Pol Lozano y Bernardo.

El partido se ralentizaría en exceso por los parones y el carrusel de cambios. Ramón Terrats, que llevaba apenas 15 minutos tenía que ser sustituido por lesión. Míchel aprovecharía para hacer cambios y entrarían: Pablo Moreno y Stuani por Nahuel y Terrats.

También JIM aprovechaba para meter cambios y entraban Sabin y Lluís López por Vada y Eugeni. Con tanto cambio y parón el partido se rompía a la hora de juego y comenzarían a aparecer muchos huecos en la defensa del Girona y el Zaragoza a la contra llegaba con mucho peligro, pero no terminaba de definir las jugadas.

El Zaragoza perdonaba a la contra y los de Míchel, con el paso de los minutos, se irían desesperando y lo intentaban con más corazón que otra cosa. Llegaban los últimos dos cambios en las filas zaragocistas: Nano Mesa y Nieto entraban por Azón y Borja Sainz.

El partido se iría calentando y en cada acción de choque saltaban chispas entre ambos conjuntos y los gerundenses tendrían la oportunidad de igualar el marcador. Cerca del minuto 90, Cristian Álvarez salvaría los muebles para el cuadro zaragocista con un paradón a bocajarro en un remate de cabeza de Arnau.

El colegiado del encuentro añadió 9 minutos más para el sufrimiento de los aficionados zaragocistas, pero los de JIM supieron aguantar las acometidas finales del Girona. Tres puntos de oro que sirven para soñar en las últimas jornadas de liga.