Empate amargo del Real Zaragoza en el Ciutat de València
El Real Zaragoza sacó un buen punto del Ciutat de València en un encuentro alternativo. Mejoró tras el descanso con la entrada de Bebé y Azón y logró empatar a través de un disparo de Bermejo. El empate deja un sabor amargo después de que el Levante disputara los últimos veinte minutos con 10 jugadores tras la expulsión de Saracchi. Quinto empate en las últimas seis jornadas.
Jair, señalado
Regresaba al once el ‘3’ zaragocista en detrimento de Alejandro Francés y acabó señalado en la primera jugada de peligro levantinista. Iborra le ganó la posición fácilmente en la jugada inmediatamente anterior al tanto de Montiel. El central, recientemente renovado, volvió a cometer un error individual que marcó su partido. Se fue entonando con el paso de los minutos, pero sufrió a campo abiertos con los constantes movimientos de Soldado.
Alarcón, todo un polvorín
Pudo condicionar enormemente el chileno el encuentro del Real Zaragoza en los 40 minutos que estuvo sobre el césped. Escribá lo sustituyó antes del descanso después de que el árbitro le perdonara la expulsión en dos ocasiones. Pese a que vio una amarilla tempranera muy rigurosa, jugó con fuego y casi se quema. Futbolísticamente, actuación en la línea de lo que viene mostrando: ramplón, lento e impreciso. Fue titular y echó por tierra la enésima oportunidad de la temporada. ¿Hasta cuándo?
Con Bebé y Azón, el Real Zaragoza es otra cosa
Ambos atacantes coincidieron por primera vez en el terreno de juego y cambiaron la fina piel de un Real Zaragoza inoperante en ataque durante la primera parte. El lisboeta verticalizó y dinamitó el encuentro con disparos ‘marca de la casa’ y el aragonés liberó a un Giuliano más gris que de costumbre. Con ellos, Escribá tiene un once mucho más reconocible y punzante, capaz de ejecutar un plan de ataque con argumentos.
¿Punto de inflexión para Bermejo?
Tras una primera parte plana, los cambios potenciaron al Real Zaragoza en general y a Sergio Bermejo en particular. El ‘10’ blanquillo, mucho más liberado con Bebé y Azón en el campo, activó al frente ofensivo y, entre líneas, fue indetectable para la medular granota. Anotó un tanto espectacular desde fuera del área y su función, abandonando la banda, se asimiló a la del mediapunta que el Real Zaragoza no ha encontrado en todo el curso. Primer gol en casi cuatro meses.