Salomao ha pasado a ser el salvador del Deportivo
Se había pasado prácticamente la temporada en blanco, pero el portugués Diogo Salomao apareció cuando el Deportivo más le necesitaba para convertirse en salvador del equipo al anotar el tanto que supuso la permanencia en Primera División.
Salomao afrontó su cuarta temporada consecutiva en el conjunto coruñés, que el pasado verano pidió su cesión al Sporting de Lisboa pese a que sabía que el centrocampista se iba a perder los primeros meses de competición por una lesión de rodilla que había sufrido en su anterior etapa como deportivista, en la que apenas pudo ayudar al equipo a lograr el ascenso.
El portugués obtuvo el alta médica el 5 de noviembre, ocho meses y tres días después de caer lesionado en el partido de la Liga Adelante que había enfrentado a su equipo con el Hércules en el estadio de Riazor.
El centrocampista, sin embargo, no acababa de coger confianza y, cuando la tuvo, tampoco convenció al entonces entrenador, Víctor Fernández, que solo le dio unos minutos en la Copa del Rey antes de la conclusión de 2014.
Con el nuevo año y el equipo necesitado de su velocidad y profundidad, Salomao convenció al técnico el 22 de marzo ante el Espanyol, frente al que se estrenó en la edición 2014-15 de la Liga BBVA.
El portugués sustituyó a los 59 minutos de partido al argentino Luis Fariña y recibió una gran ovación de los aficionados del Deportivo en un partido que había tenido poca animación.
Salomao volvía a pisar por fin el campo en el que se había lesionado el 2 de marzo de 2014, más de un año antes, pero su felicidad y la del deportivismo fue efímera: acabó el partido con molestias y se le diagnosticó una rotura muscular de segundo grado en el sóleo de la pierna derecha.
En ese mismo músculo ya había sufrido a mediados de febrero una lesión de grado uno que le había tenido casi un mes de baja, por lo que los pronósticos no eran optimistas y existía la duda de que pudiera volver a competir antes de que acabara el curso.
Pero sorprendió en su recuperación, en parte porque el sóleo es un músculo imprevisible, y el 15 de abril, ya con Víctor Sánchez del Amo al frente del banquillo, volvió a estar disponible.
Salomao reapareció en la jornada 33 ante el Málaga (1-1), tuvo minutos en la debacle de Elche (4-0), no entró en la siguiente convocatoria, regresó a la competición ante el Athletic (1-1), y acabó la Liga como titular ante el Levante (2-0) y el Barcelona (2-2), los partidos en los que el Deportivo aseguró la permanencia.
Después del penúltimo partido del campeonato y antes de que el destino quisiera que el portugués fuera el salvador del equipo, el extremo hizo balance de la temporada con un deseo que se cumplió en el Camp Nou, donde incluso superó las expectativas.
"Hubo un poco de todo: las lesiones y pocas oportunidades que tuve cuando me encontraba bien pero no era opción. La temporada la doy un poco por perdida. No es mi mejor campaña, sin duda, y ahora estoy teniendo oportunidades para arreglar la situación y disfrazar un poco esa mala temporada que tuve", dijo el jugador luso.
Días después, Salomao se convirtió en el héroe del Deportivo y poco importaba que se hubiera pasado la temporada en blanco porque la coloreó a su antojo con el gol que dio la permanencia al equipo coruñés.