La grada del Velódromo protesta contra su directiva

Los aficionados del Olympique de Marsella están molestos con la actitud de la directiva del club y de su propietaria, mientras preservan el trabajo del entrenador, Miguel González "Michel".Luis Miguel Pascual
El Velódromo, reputado por ser un buen exponente del vigoroso carácter marsellés, luce en los últimos meses frío cono un témpano, como si el grito de apoyo de una afición con solera se ahogara en la inmensidad del postmoderno estadio, reabierto la pasada temporada tras una inversión de 500 millones de euros con la vista puesta en la Eurocopa del próximo verano.
La visita del Athletic de Bilbao en Liga Europa parecía un buen momento para cambiar la tendencia. Pero no lo fue. Apenas un tercio de las 67.000 localidades se llenaron y uno de los fondos, así como las gradas superiores, estaban cerradas.
Pero las protestas de la grada, que solo ha visto una victoria de los suyos en los últimos ocho duelos, no la toma con el entrenador. No hay pancartas contra Michel ni cánticos para pedir su cabeza. Toda la ira se centra en la propietaria, Margarita Louis-Dreyfuss, que heredó el club de su difunto marido en 2009, y el presidente ejecutivo, Vincent Labrune, a quienes consideran responsables de no reforzar al equipo.
El ambiente está enrarecido y la propietaria no ha desmentido los rumores que aseguran que quiere vender el club.
Hace ya varios años que no invierte en el equipo, que tiene que conformarse con lo que genera, lo que le mantiene muy distante de su histórico rival, el París Saint-Germain, sostenido por los petrodólares de los propietarios cataríes.
Marsella no quiere copiar el modelo del PSG, pero son conscientes que en la situación actual es muy difícil competir con los grandes del continente.
Y no culpan en absoluto a Michel, de quien piensan que hace lo que puede con lo que hay. El equipo lo heredó ya comenzada la temporada tras el portazo del argentino Marcelo Bielsa tras cosechar una derrota en la primera jornada de liga.
Los aficionados son conscientes de que éste no es el equipo de Michel y no son pocos los que creen que el entrenador madrileño debe seguir el año próximo y comenzar la temporada con un equipo diseñado por él.
Por el momento, tampoco en el mercado invernal de fichajes se han podido comprar los refuerzos demandados por el técnico. La llegada de Thauvin es la de más renombre, pero no era una petición de Michel.
El entrenador español repite que entiende la situación del club y que hace lo que puede con lo que tiene.
Es consciente de que la prensa marsellesa no le está haciendo regalos, pero se defiende de las acusaciones de ser un técnico defensivo.
"No por poner más delanteros se es más ofensivo. Hay días que hemos creado muchas ocasiones, pero no hemos tenido acierto. Y el acierto no puede entrenarse", asegura el entrenador.
Michel vende la carta del optimismo y considera que todavía puede terminar con una buena nota la temporada.
"Estamos a tres puntos de igualar lo que se hizo el año pasado (clasificarse para la Liga Europa) y a cinco de entrar en la Liga de Campeones. Esto todavía no ha terminado", afirma el madrileño, que quiere seguir un año más en Marsella.
Clasificarse para la máxima competición europea, algo que Bielsa no consiguió pese a haber terminado al frente de la tabla la primera vuelta, se traduciría en importantes ingresos económicos que podrían permitir reforzar el equipo.
Michel ni siquiera da por perdida la Liga Europa, pese a haber caído contra el Athletic 0-1. Sabe que su equipo mejora lejos del Velódromo y no descarta dar la sorpresa en San Mamés.