Las 10 claúsulas más curiosas en los contratos de los futbolistas

El portal Football Leaks está siendo noticia en los últimos días por desvelar jugadores que están cobrando parte de sus ingresos en paraísos fiscales o por desvelar detalles de los contratos de los futbolistas.

 
Algunas de las cláusulas que se incluyen en los contratos sorprenden por su surrealismo, aunque conociendo a algunos futbolistas toda medida de precaución es poca. Y si no que se lo digan al club interesado en Balotelli...
Estas son algunas de las cláusulas más curiosas destapadas por Football Leaks y publicadas por el medio francés Mediapart:


El capitán del PSG demuestra en cada partido su poderío en el campo, aunque no se queda atrás fuera de él. A su salario de 8 millones de euros en el equipo parisino hay que sumarle más cantidades como las primas, de un millón de euros por ganar la Champions, 400.000 mil por conquistar la Ligue 1, 350.000 por disputar el 60% de los encuentros o 33.333 por cumplir con las normas éticas del club.
Además, Thiago Silva recibe parte de su sueldo en Italia, lo que implica un mayor gasto por parte del equipo para cumplir con las tributaciones fiscales del país transalpino. Por si esto fuera poco, Thiago recibe una pensión de alojamiento de 12.000 euros al mes, vuelos en primera clase París-Río de Janeiro para él y su familia y cinco entradas VIP para cada partido del PSG en el Parque de los Príncipes.


Su ex compañero Ezequiel Lavezzi también fue exigente al firmar su contrato con el Hebei Fortune chino. Si ya su contrato con el PSG era suculento, la cifra en la liga china se dispara hasta los 2,5 millones que percibe cada mes, lo que le coloca entre los futbolistas con mayor salario del mundo.
Este dinero lo recibe en una cuenta de Luxemburgo, y se ve que no se fía mucho de su propio club, ya que posee otra cláusula por la que esta cantidad aumenta en caso de demora en el pago, llegando a tener la posibilidad de abandonar el club sin pagar indemnización en caso de retrasos mayores.


Otros futbolistas aprovechan su poder para sacar rendimiento económico indirectamente, como es el caso del defensa danés ex del Liverpool Daniel Agger. El central volvió al Brondby, equipo en el que se formó, tras ocho años en Inglaterra y usó su cartel de "mayor fichaje en la historia del fútbol danés" para conseguir auto-promoción.
Agger incluyó en su contrato que, en cada partido de su equipo como local, en el Estadio Brondby se debería lucir publicidad (al menos ocho veces por partido), de la empresa de alcantarillado que el central fundó junto a su hermano: 'Kloagger', un juego de palabras entre el término de su idioma para alcantarilla y el apellido de los hermanos.


Las primas por victoria son habituales en el fútbol, incluso por partido disputado, aunque siempre resulta chocante ver que, literalmente, algún jugador va a recibir dinero tras perder un partido.
Este es el caso de Hugo Lloris, meta de, Tottenham, que tiene estipulado en su contrato una cuantía de 7000 libras por cada victoria de los 'Spurs' con él como titular y 3.500 en caso de que el equipo londinense caiga en ese partido con el francés de portero.


Otro equipo de la Premier como es el caso del Liverpool, quiso asegurarse el futuro de una de sus grandes estrellas, Roberto Firmino, en caso de que algún club quisiera firmarle. 
El futbolista brasileño tiene una cláusula de rescisión de 98 millones de libras, válida para cualquier club del mundo excepto para el Arsenal. El equipo de Anfield se niega a reforzar a un rival directo con una exigencia como la que el Valencia le hizo firmar a la Lazio en el traspaso de Mendieta en 2001, cuando los 'laziales' debían pagar una cuantiosa indemnización en caso de que el futbolista firmara por el Real Madrid posteriormente.


La mayoría de los principales equipos alemanes, incluyendo la selección germana, tienen grandes contratos con la marca Adidas que les lleva a polémicas como la de Mario Gotze, cuando apareció en su presentación en el Bayern con una camiseta Nike.
Por ello, cuando el Schalke 04 firmó el contrato de Nastasic, se aseguró de que el defensor serbio siempre llevara zapatillas de la marca alemana, en cualquier momento. Eso sí, si los productos de Adidas le dañaran los pies y el balcánico consiguiera un justificante médico, el club de Gelsenkirchen podría recular.


Sin dejar el mundo de las botas nos encontramos el curioso caso de Rafael van der Vaart en el Betis. Bien es sabido la disputa eterna y cainista entre béticos y sevillistas en la ciudad hispalense, y para ahorrarse polémicas innecesarias, el conjunto verdiblanco quiso asegurarse el amor por sus colores de la que iba a ser su nueva estrella.
El futbolista holandés tenía una cláusula en su contrato por la que no podría jugar con botas en las que se incluyera algún detalle de color rojo, el distintivo del rival en la ciudad. 


Uno de los futbolistas con los que más cuidado hay que tratar a la hora de firmar un contrato es Mario Balotelli. El futbolista italiano es famoso por sus excentricidades, y después de unas etapas no demasiado productivas en Milán y Liverpool, el Niza francés quiso asegurarse de que el futbolista cumpliría exclusivamente sobre el césped.
El delantero tiene una cláusula por la que recibirá un millón de euros extra a final de temporada siempre que haya tenido buen comportamiento durante el año. De momento, parece que funciona, ya que el club de la Costa Azul marcha líder de la Ligue 1 con Balotelli recuperando sensaciones del pasado.


Una de las cláusulas en un contrato más surrealistas es la que tenía el actual futbolista del Udinese Al-Tameemi durante su anterior etapa, en el Rizespor turco. 
Por contrato, el defensa iraquí no podía convencer a otros compañeros para abandonar el club, una medida un tanto paranoica de los directivos otomanos con el fin de mantener el grupo. Al final, fue el propio Al-Tameeni el que terminó por dejar Turquía camino de Italia a los dos años de su llegada.


No sólo de futbolistas en activo se han publicado cláusulas en Mediapart. Fabio Capello aparece en el medio francés por el dinero que recibió después de ser convocado para entrenar a uno de los equipos en tres partidos benéficos pactados por Leo Messi en el verano de 2013.
El hecho de ser benéficos no distrajo al ex entrenador del Real Madrid de pedir 75.000 dólares por los tres amistosos, aunque la cifra se redujera a 50.000 al suspenderse uno de ellos. Por disputas con la familia Messi, Capello sólo se sentó en el banquillo en uno de ellos, recibiendo finalmente 50.000 dólares, viajes de primera y alojamiento en un hotel cinco estrellas por un único partido amistoso.