Anna Tarrés: "No hay que quemar etapas, las niñas deben seguir su formación"

La exseleccionadora española de natación sincronizada, Anna Tarrés, ante el relevo generacional del equipo nacional, ha afirmado que "no hay que quemar etapas" y que las niñas deben seguir su proceso de formación con nadadoras de su edad."No toca. Chicas de mi club podían haber entrado a la selección, pero considero que las niñas deben seguir su proyecto júnior en la residencia Blume", ha asegurado Tarrés tras la exhibición de rutinas del dúo chino Wenwen-Tingting, con el que está colaborando.
Tarrés se refiere al relevo generacional que se ha producido en el equipo español, con hasta seis caras nuevas, entre ellas la júnior Sara Saldaña. La selección está capitaneada por Ona Carbonell, que formará en el dúo con la joven Paula Ramírez.
A juicio de Tarrés, el relevo generacional de potencias mundiales como Canadá o España se ve forzado por la dificultad de mantener las ayudas económicas a nadadoras de más edad, "que lo tienen que dejar". "Se van, estudian", ha añadido.
El actual reto de Tarrés es, precisamente, que dos nadadoras chinas que lucharon por una medalla en los Juegos de Pekín 2008 vuelvan al primer nivel de la natación sincronizada, cuyo objetivo es ganar los Juegos Nacionales de China del próximo 22 de mayo.
Tarrés tendrá hasta mayo para conseguir que las dos hermanas gemelas ganen los 'Juegos Olímpicos' particulares de China y se conviertan así en el dúo representante del país asiático en los próximos Mundiales, un reto al que "llegarán justas".
"Les cuesta aceptar cambios, les falta expresividad, pero con el 'método Tarrés', es decir la búsqueda de la perfección, están mejorando cada día", apuntó la entrenadora, que destaca la "brutal conexión" entre las dos nadadoras.
"Con Ona y Gemma tuvieron que moldear los cuerpos para que fueran iguales, pero éstas son gemelas y tienen un efecto espejo", explica Tarrés, que lleva apenas 12 días trabajando con ellas, hoy en las piscinas Picornell.
Este proyecto es, según Tarrés, una apuesta social de la provincia china a la que representan para abrir el deporte a la mujer y alargar su vida deportiva después de la maternidad. "Que puedan competir igual que los hombres después de tener hijos, ellas tienen 31 años", detalla.
Tras su colaboración con el equipo de Ucrania, Tarrés inicia esta cooperación.
"No sabía su nivel de compromiso, son mayores, y se tenía que volver a empezar físicamente porque tras no conseguir medalla en Pekín dejaron el deporte. Pero fui a China y volví encantada con el proyecto", relató.
Respecto a futuras aspiraciones, la entrenadora ha asegurado que cualquier proyecto relacionado con los Juegos Olímpicos lo tendría "en cuenta", aunque considera que la seleccionadora del equipo debe ser del mismo país, y que los de fuera "deben ser mentores".