El "Pipita" Higuaín vuelve a Nápoles para enfrentarse con su pasado
El Nápoles-Juventus del próximo domingo no será un partido normal para el argentino Gonzalo Higuaín, que volverá por primera vez al estadio San Paolo tras haber dejado a los napolitanos este verano para fichar por el club campeón de Italia.Andrea Montolivo
El "Pipita", que firmó por el Juventus en la última sesión de mercado veraniego a cambio de 90 millones de euros, se enfrentará a su pasado y la hinchada napolitana está preparando un ambiente infernal para mostrarle su resentimiento por esa decisión.
Serán más de 50.000 los hinchas que llenarán las gradas del San Paolo para asistir a un duelo entre dos conjuntos divididos por una histórica rivalidad y que este año despierta un particular interés por el reencuentro entre la afición napolitana y su ya ex-ídolo Higuaín.
A falta de dos días para el choque, ya han aparecido en la ciudad sureña unas pancartas que tachan de "traidor" al delantero argentino y todo apunta a que los "tifosi" napolitanos marcarán con una sonora pitada cada jugada del "Pipita".
Tras casi siete meses de espera para la visita del Juventus al San Paolo, los hinchas locales verán a Higuaín dos veces en el espacio de cuatro días, ya que los dos clubes también se verán las caras el miércoles en la semifinal de vuelta de la Copa Italia.
Sin embargo, si los napolitanos viven de manera tan pasional la vuelta del exmadridista a la ciudad sureña es porque se sintieron traicionados por un jugador con el que había entablado una relación muy estrecha.
En los tres años pasados en Nápoles, el "Pipita" había entrado en el corazón de la afición a base de goles y de grandes registros, como el firmado en la pasada temporada de Serie A (Primera División), cuando marcó 36 goles y selló el récord absoluto de la liga italiana.
Esa noche de mayo de 2016, bajo una lluvia torrencial, Higuaín anotó un triplete y estableció el récord gracias a un gran gol de chilena que desató la euforia de los 50.000 espectadores presentes.
El "Pipita" se quedó durante varios minutos celebrándolo frente al fondo del San Paolo, que le dedicaba cánticos y que hasta enseñaba pancartas en las que se le ponía al lado del argentino Diego Armando Maradona, ídolo eterno del conjunto "azzurro".
La hinchada napolitana es una de las más calientes de Italia y vive de forma muy entusiasta sus emociones, tanto positivas como negativas.
Es por eso que, cuando Higuaín aceptó la propuesta del rival Juventus el pasado verano, dejando en las cajas del club sureño la cantidad récord de 90 millones, todo el amor hacia el argentino se convirtió inmediatamente en decepción, rabia y ganas de revancha.
En la rueda de prensa de presentación, el "Pipita" dijo que pasó unos años fantásticos en Nápoles y que estará siempre agradecido con su hinchada, pero al mismo tiempo reconoció que se iba al Juventus para avanzar en su carrera y, sobre todo, para ganar trofeos.
De momento, el argentino perdió la Supercopa italiana contra el Milan, pero su equipo va camino de conquistar su sexto título liguero consecutivo, está a un paso de la final de la Copa Italia y en los cuartos de final de la Liga de Campeones, donde le espera el Barcelona.
El delantero lleva 19 goles en la Serie A, es un jugador determinante para los equilibrios del campeonato y siempre se le vio convencido de que su firma por el Juventus fue una decisión acertada.
"El Pipita" ya se midió con el Nápoles con la camiseta del Juventus en el duelo jugado en Turín en la primera vuelta del campeonato y dejó su marca con un gol decisivo para el 2-1 final a favor de los "bianconeri".
A pesar de la importancia de ese tanto, el argentino no lo celebró y levantó las manos pidiendo disculpas a sus excompañeros y exaficionados.
Un gesto que gustó a parte de la hinchada "azzurra" aunque la mayoría de ella no está dispuesta en perdonarle y acudirá el domingo al San Paolo con el deseo de dejárselo claro.
La cita ya está fijada para el domingo a las 20.45 locales (-2 GMT): una página más de una historia que, de una manera u otra, se quedará en la memoria de la afición napolitana.