Sara Carbonero tiene un destino secreto (y low cost) al que va con Iker Casillas
Sara Carbonero no lo dudó ni un segundo cuando Iker Casillas le propuso hacer las maletas, dejar atrás su ajetreada e intensa vida en Madrid para ira vivir a Oporto.
Si bien es cierto que a la comunicadora le encantaba su trabajo y estaba feliz en la capital española, el continua acoso de los paparazzi y las presiones en sus respectivo trabajos acabaron por decantar la balanza: Portugal significaba calma, y fue más que bienvenida.
Un destino secreto
Y así ha sido. Desde que se instalaron en Oporto hace ya tres años, la pareja vive a otro ritmo. Lejos de los fotógrafos, han podido criar a sus hijos en una ciudad donde pasan desapercibidos (o al menos no tienen las dificultades que sí que tenían en Madrid) y donde los dos han recuperado la pasión por lo suyo.
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De hecho, Sara ha aprovechado su excedencia en Telecinco para centrarse en la moda. Lo curioso del caso es que le está yendo tan bien en esta nueva faceta laboral que incluso ahora empieza también a ver con los viajes arriba y abajo y los actos y las presentaciones vuelven a forma parte de su día a día.
Quizás por ello han optado por buscar un pequeño rincón en el que descansar del día a día. Un destino secreto hasta hace muy poco: Villa Pedra.
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El pueblo que ha enamorado a Sara
Fue a través de Instagram donde Sara reveló su nuevo destino secreto con Iker para los fines de semana. “Tranquilidad. Toca decir adiós a esta pequeña aldea portuguesa que después de 70 años abandonada fue descubierta y rehabilitada y se ha convertido en un sitio muy auténtico, perfecto para desconectar”, explicaba en la red social.
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Un diminuto pueblo que ha sido reconvertido en casa rural en el que ella y su familia han disfrutando con sus amigos de la calma y la tranquilidad.
Con apenas 14 casas recuperadas y reconvertidas en villa privadas, este pequeño pueblo cuenta con una casa que hace de restaurante y cocina, donde, según podemos ver en los portales especializados, se como de maravilla.
Sin ruido, en plena naturaleza…un lugar idílico que, eso sí, está al alcance de todos. Y es que por unos 250 euros se puede pasar un fin de semana. Un destino low cost que, tras el post de Sara, seguro que recibirá muchos nuevos visitantes.