Richard Lai: el caso de corrupción que tiene en vilo al fútbol asiático… y a la FIFA
Después de conseguir ser reelegido por mayoría absoluta el pasado día 3 en Bangkok como presidente del Comité Olímpico Asiático (OCA), el jeque kuwaití Ahmed Al-Fahad Al-Sabah sigue haciendo ímprobos esfuerzos por llevar al límite en el mundo del deporte términos como honestidad, transparencia, legalidad o tolerancia cero.
Poco o nada parece haber importado a los miembros del citado Comité que el hombre que hizo naufragar la candidatura de España para los Juegos de 2020 se encuentre suspendido desde noviembre de 2018 de sus diferentes cargos en el Comite Olímpico Internacional (COI) tras ser incriminado por la Fiscalía de Ginebra (Suiza) en una investigación penal por cargos de corrupción y falsificación. Como tampoco han dado la menor trascendencia al hecho de que el controvertido dirigente nacido en Kuwait se encuentre bajo la lupa de las autoridades norteamericanas por el último gran escándalo destapado en el fútbol, el ‘Caso Richard Lai’.
En abril de 2017 el citado Lai, ex presidente de la Asociación de Fútbol de Guam y ex miembro del Comité de Auditoría de la FIFA, confesó ante el Tribunal de Brooklyn (Nueva York) haber percibido durante cinco años sobornos por valor de 850.000 dólares de manos de un alto dirigente kuwaití del OCA, a cambio de favorecer sus intereses y los de sus ‘delfines’ en el fútbol de su continente.
Pese a negar las acusaciones de Lai en primera instancia, al-Fahad renunció tres días más tarde de manera voluntaria a su puesto como miembro del Consejo de la FIFA y retiró también su candidatura para la reelección del cargo en el Congreso de la Confederación Asiática (AFC).
Sorprendentemente tanto la FIFA como la AFC obviaron las reiteradas peticiones del FBI y de los tribunales de los Estados Unidos para completar y certificar todas las confesiones vertidas por el corrupto Lai. No en vano, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, dio por buena la renuncia de Al-Fahad, considerando innecesario poner tan delicado asunto en manos de su Comité de Ética. Mientras, eso sí, sancionaron al dirigente de Guam de por vida.
Por su parte, la AFC llegó a anunciar, en junio de 2017, la apertura de una investigación sobre el presunto soborno. De las pesquisas se iba a encargar el Departamento de Integridad de la propia Confederación continental. Sin embargo, el citado órgano nunca llegó a poner en marcha el procedimiento.
Parece evidente que el motivo de la inacción por parte de ambos organismos respecto al ‘caso Lai’ no es otro que impedir que el avance de la investigación revele nuevos documentos e informaciones incómodas que puedan salpicar directamente a otros miembros de peso del balompié asiático.
Otro jeque, en este caso Salman bin Ibrahim al-Khalifa, aparece a la cabeza de los dirigentes que podrían verse seriamente afectados si llegara a destaparse de par en par el affaire Richard Lai. Vinculado estrechamente a la figura de al-Fahad (de quien se dice que es su testaferro), Salman, que ocupa el puesto de presidente de la AFC, parte como principal favorito a ser reelegido en su cargo actual y también en el de vicepresidente de la FIFA en las elecciones que se celebrarán el próximo 6 de abril en Kuala Lumpur (Malasia).
Entre tanto, sus dos rivales en la carrera presidencialista, el qatarí Saoud Aziz Al-Mohannadi y el ministro de deportes emiratí, Mohammed Khalfan Al Romaithi, siguen empeñados en conseguir, de momento en vano, que la investigación prometida siga su curso y poder así depurar responsabilidades.