El termómetro de la jornada 29

El termómetro de la vigésima novena jornada de LaLiga Santander:

-- SUBEN:

Lionel Messi: Es su Liga. No hay discusión ante tal evidencia ya por las 29 jornadas del torneo, una sucesión de ejercicios resolutivos del astro argentino. El enésimo fue este sábado con un 'doblete' al Espanyol. El líder en goles, tiros y asistencias del campeonato de este curso ha marcado 31 dianas, repartidas en 19 de sus 27 choques. Sólo en ocho se quedó sin batir la portería rival, nada más en dos en las últimas quince citas, con 22 goles del atacante. Además, ha abierto con sus tantos siete victorias del Barcelona. Su aportación representa el 41 por ciento de los goles de su equipo en esta temporada.

Iago Aspas: "He sufrido muchísimo". Sus lágrimas, su emoción, nada más ser reemplazado, fueron la imagen del renacimiento del Celta y de la vuelta de Iago Aspas, un hombre indispensable para el conjunto celeste, que lo ha anhelado con amargura durante casi todo 2019. Víctima de una rotura de fibras, sólo había podido jugar uno de los doce encuentros de este año de su equipo, que vivía en el desconsuelo, la preocupación y el estrés de su alarmante posición hasta que lo recuperó a él. Marcó dos goles y remontó al Villarreal.

Michael Santos: Entre las circunstancias de los partidos de las selecciones, con la lesión de En Nesyri y el desgaste de Braithwaite, el internacional uruguayo irrumpió en el once del Leganés 19 partidos después. Entre una dolencia muscular y las decisiones técnicas de Mauricio Pellegrino, ha jugado poco: 12 encuentros. "No he tenido muchas oportunidades. Y creo que cuando he jugado lo he hecho bien", dijo el protagonista del derbi contra el Getafe. Su gol, de cabeza, clave del triunfo, reivindica minutos.

Atlético de Madrid: "Necesitábamos un partido de esta magnitud". Diego Simeone y su grupo estaba golpeado desde hace dos semanas, cuando se le escapó la Liga de Campeones y, probablemente, LaLiga, pero se rearmó con la rotundidad de un 0-4 en Vitoria y con la eficacia de Sául, Diego Costa, Morata y Thomas, mientras recupera la mejor versión goleadora de Antoine Griezmann. Suma siete duelos sin marcar, pero sin su jugada y su pase el 0-1 habría sido imposible.

-- BAJAN:

Getafe: Sufrió un aviso el sábado. Un aspirante a la Liga de Campeones no puede permitirse tropiezos inesperados. Él concedió uno, el 0-2 con el que le doblegó el Leganés en el Coliseum, pero sostuvo la cuarta posición en una concatenación de resultados casi todos favorables: perdieron el Alavés y el Sevilla, los dos que podían alcanzarle. A cambio, se le acercan el Valencia, a tres puntos, y el Athletic y el Betis, a seis.

Joaquín Caparrós: "Si había poco margen de error, ahora hay menos", expuso el técnico del Sevilla. Su equipo mantiene las dudas. Ni siquiera el cambio de entrenador difuminan unos altibajos más que evidentes, que no sólo han comprometido sus aspiraciones de entrar en la Liga de Campeones, sino mucho más, porque ya están en peligro hasta sus opciones europeas, después del 0-1 con el Valencia. En la segunda vuelta, ha ganado tres de los diez duelos. Cayó en seis.

Paco López: El Levante siente de nuevo la amenaza del descenso. Ya está a sólo cuatro puntos mientras el equipo valenciano y el técnico rebuscan la regularidad perdida. Sólo ha sumado once de los últimos 45 puntos; sólo ha vencido dos de sus quince duelos más recientes, no ha ganado en las últimas 5 jornadas... Demasiados síntomas para la preocupación a falta aún de 27 puntos por disputarse. "El desanimo, las prisas y urgencias no son buenos acompañantes", alerta el entrenador.

Víctor Ruiz: En el minuto 86, su penalti sobre Brais Méndez, ya con 2-2 en el marcador, culminó la desoladora derrota del Villarreal, capaz de mandar por 0-2 en el marcador, pero también de dejar en nada su propia ventaja. Y encima contra un rival directo, al que, sin duda, ha dado vida en la pelea por la permanencia. Le tiene a un solo punto. Si hubiera empatado, habría mantenido cuatro de distancia. Si hubiera ganado, le habría alejado a siete. Ahora lo tiene al acecho. De una salvación apuntalada a un riesgo creciente.