Emery-Sarri, duelo por cerrar con broche de oro su primer curso en Londres
David Timón Espinosa
Madrid, 27 may .- Unai Emery, entrenador del Arsenal, y Maurizio Sarri, técnico del Chelsea, se enfrentarán en la final de la Liga Europa en Bakú para poner el broche a sus primeras temporadas en Londres, llenas de altibajos y paralelismos.
Tanto el español como italiano aterrizaron en la capital inglesa en verano para hacerse cago de sendos proyectos que han culminado en dos equipos que el próximo miércoles 29 de mayo disputarán la primera final continental de la historia protagonizada por equipos londinenses.
Su trayectoria a cargo de Arsenal y Chelsea, tanto en la competición doméstica como en Europa, está plagada de similitudes.
El experimentado técnico italiano, que puede convertirse en el entrenador más veterano en coronarse campeón de la competición, llegó a 'The Bridge', el apodo con el que los aficionados del Chelsea denominan al estadio del club, para renovar el equipo hasta entonces dirigido por Antonio Conte, mientras que Emery recogió la herencia de Arsène Wenger tras 22 años al frente de los 'gunners'.
Desde ese momento, sus caminos comenzaron a discurrir por vías alejadas entre sí pero que, con el paso de los partidos y el transcurso de la temporada, fueron acercándose más y más hasta confluir en Bakú.
Sarri, como ya había demostrado en el Nápoles, no tardó en implantar su filosofía de juego, popularmente reconocida como el 'Sarri-ball', basada en girar alrededor del eje de Jorginho para llegar hasta el área rival (el centrocampista italiano ha terminado el curso con 3.118 pases, el 12,4% de los 25.072 del Chelsea al completo). Y los resultados no tardaron en llegar.
El Chelsea deslumbraba con un juego atípico en la Premier y logró permanecer 18 partidos invicto en todas las competiciones hasta el 24 de noviembre, cuando cayó 3-1 ante el Tottenham de Pochettino. El método del italiano funcionaba, pero los rivales estaban empezando a tomarle la medida a un equipo 'blue'.
En el otro lado de la ciudad, Emery se estrenaba como el primer técnico del Arsenal en perder su primer partido liguero 33 años después desde que Steven Burternshaw lo hiciera allá por marzo de 1986. Fue ante el Manchester City y la siguiente jornada no mejoró las sensaciones, pues los 'gunners' volvieron a caer, en la primera edición del 'nuevo' derbi de Londres entre Sarri y el español.
Emery no dudó del potencial de su conjunto y, partiendo de esas derrotas, enlazó 11 victorias consecutivas y una racha de 22 partidos sin que ningún otro equipo consiguiera derrotarle en ninguna competición.
A partir de entonces, los caminos de Chelsea y Arsenal comenzaron a emparejarse: ambos tienen porcentajes de victorias similares -61,4% Emery frente a 59,6% de Sarri- solo diferenciados por el desempeño de sus clubes en las copas, lo que llevó al Chelsea a jugar cinco partidos más que el Arsenal.
En Premier, solo dos puntos separaron sus posiciones y la consecución de sus objetivos por lograr la clasificación directa a la máxima competición europea.
Los 72 sumados por los 'blues' permitieron a los de Sarri asentarse en el tercer puesto, mientras que el Arsenal terminó quinto, por detrás del Tottenham, y dependerá de lo que ocurra en la final para acceder a la Liga de Campeones.
Un camino parecido han trazado ambos equipos hasta la final de Bakú. El Chelsea, prolongando una racha que se inició con los últimos tres partidos de su anterior participación en 2013 (cuando ganaron al Benfica en la final), alargó el registro hasta sumar un total de 17 choques invicto en la Liga Europa, sin ceder ni una sola derrota en la presente edición y concediendo únicamente tres empates (ante el Videoton y en ambos cruces contra el Eintracht de Fráncfort en semifinales).
El Arsenal también ha completado un circuito casi perfecto, solo dando lugar a un empate en la fase de grupos y dos derrotas en la ida de las dos primeras eliminatorias que terminaron remontando en casa ante BATE Borisov y Rennes.
Al buen estado del equipo, que dispone de la mejor pareja de atacantes del torneo y una de las más peligrosas de Europa, la que forman Pierre Emerick Aubameyang y Alexandre Lacazette, se añade el idilio que Emery tiene con este torneo. Es el técnico más dominante de la competición desde su creación.
El español ya ganó tres ediciones de forma consecutiva y, tras su paso con el PSG, volvió a participar con el Arsenal para firmar un total de 24 rondas seguidas superadas y plantarse en la final, que podría terminar con él levantando la copa por cuarta vez.
Sarri y Emery. Emery y Sarri. Meticulosos, competitivos, obsesos del juego, el análisis y la evolución de sus equipos. Ambos viven y respiran fútbol. Tanto uno como otro llegan a Bakú para poner el cierre a su año de debut en Londres.
El italiano pretende aliviar una imagen dañada ante parte de su afición por su incapacidad para competir con el Manchester City y el Liverpool por el título de la Premier. En parte, por sus dificultades para imponerse al marcaje de su pivote italiano -lo que ya hiciera Emery en el segundo encuentro liguero, con un seguimiento individual de Aaron Ramsey-, la falta de producción de sus atacantes o la poca constancia de Eden Hazard actuando como 'falso 9'.
El técnico español ha sabido canalizar el legado de Wenger y, a pesar de la irregularidad de su línea defensiva, reconducir el rumbo del equipo y completar un curso más que correcto a ojos de su afición.
Una temporada que puede culminar coronando al Arsenal campeón de la Liga Europa por primera vez en su historia y, de paso, sellando el pase a la Liga de Campeones. Pero antes hay que pasar por Bakú.