Arrasate encara el reto de asentar a Osasuna en Primera División
Katrin Pereda
Pamplona, 13 ago .- El técnico vasco de Osasuna, Jagoba Arrasate, encara la campaña 2019/20 con el reto de asentar al conjunto 'rojillo' en la máxima categoría, tras firmar una brillante temporada que culminó con el ascenso como campeón de Segunda.
El club navarro registró unas cifras históricas el pasado curso, como lograr 19 victorias en El Sadar -17 de ellas de forma consecutiva- y ninguna derrota, que llevaron a Osasuna a coronarse como el mejor equipo local de la historia de Segunda.
Ahora, la entidad 'rojilla', en su octavo regreso a Primera División en sus 99 años -el centenario de Osasuna se celebrará en otoño de 2020-, pretende asentar las claves de su sobresaliente temporada.
La primera de ellas tiene nombre propio y es el técnico Jagoba Arrasate. El de Berriatua ha conseguido, además del citado ascenso, conectar con la afición 'rojilla' gracias a la defensa de un estilo de juego valiente y ofensivo, con presión al rival para intentar jugar en campo contrario, aunque habrá que calibrarlo ahora en Primera.
Arrasate, a quien Osasuna amplió el pasado mes de marzo su vinculación por un año más, hasta 2020, es partidario de apostar por el mismo bloque de jugadores, aunque se han realizado siete incorporaciones sin cerrarse todavía la plantilla.
El club navarro ha invertido 13,4 millones de euros con el deseo de que su nuevo paso por Primera no sea tan efímero como el año que aguantó tras el ascenso de 2016, incluidos los desembolsados para mantener en la plantilla a Rubén García, Brandon Thomas y Rober Ibáñez.
Rubén García (7 goles y 14 asistencias la pasada temporada) era una prioridad de Arrasate y Osasuna pagará 3 millones de euros al Levante para adquirirlo en propiedad, mientras que al lograrse el ascenso el club tuvo que ejecutar la compra obligatoria de Brandon por 2 millones de euros al Rennais francés.
Además, la entidad alcanzó un acuerdo con el Getafe, por 2 millones de euros, para quedarse en propiedad con Rober Ibáñez, que ha tenido dos etapas de cesión en el equipo pamplonés.
Osasuna apuntala la línea ofensiva con las incorporaciones del delantero argentino Chimy Ávila, que la pasada campaña metió 10 goles en el Huesca, tras el pago de 2,7 millones de euros al San Lorenzo; del delantero catalán Marc Cardona, por el que Osasuna pagará 2,5 millones de euros al Barcelona, aunque jugó cedido en el Eibar el pasado ejercicio; y del asturiano Adrián López, que llega libre tras su paso por el Oporto.
El club rojillo refuerza el centro del campo con el serbio Darko Brasanac, traspasado por 1 millón de euros procedente del Betis, y cubre la baja en el lateral izquierdo de Carlos Clerc, fichado por el Levante tras finalizar contrato, con el ecuatoriano Pervis Estupiñán, cedido por el Watford inglés tras jugar en el Mallorca.
Además, refuerza la defensa con el central argentino Facundo Roncaglia tras el pago de 250.000 euros al Celta, una posición que desea fortalecer para cerrar la plantilla.
Causan baja en la plantilla, además de Clerc, el canterano Miguel Olavide y Xisco Jiménez, mientras que Arrasate parte con los contratiempos de las lesiones de larga duración de Unai García y Kike Barja, además de los problemas desde hace meses de Íñigo Pérez en el primer dedo del pie derecho.
El club rojillo ha apostado por la cantera con las ampliaciones de contrato de los canteranos Oier Sanjurjo, David García, Antonio Otegui y Roberto Torres, máximo goleador la pasada temporada junto con Juan Villar.
