Un viejo enemigo llamado Guardiola
Manuel Sánchez Gómez,Londres, 16 dic (EFE).- Los caminos de Pep Guardiola y Real Madrid parecen estar destinados a encontrarse desde que el entrenador tomase posesión del banquillo blaugrana en 2008.,Sus idas y venidas, sus desencuentros y sus victorias y derrotas han forjado una rivalidad que llevaba varios años esperando a salir a la superficie. No se veían las caras en Europa desde aquel 0-5 que el Real Madrid le infligió en las semifinales de 2014 y será la tercera vez que se enfrenten. Leja
Manuel Sánchez Gómez
Londres, 16 dic .- Los caminos de Pep Guardiola y Real Madrid parecen estar destinados a encontrarse desde que el entrenador tomase posesión del banquillo blaugrana en 2008.
Sus idas y venidas, sus desencuentros y sus victorias y derrotas han forjado una rivalidad que llevaba varios años esperando a salir a la superficie. No se veían las caras en Europa desde aquel 0-5 que el Real Madrid le infligió en las semifinales de 2014 y será la tercera vez que se enfrenten. Lejana, pero viva en la retina quedan las semifinales de 2011, desvirtuadas por el papel de José Mourinho en rueda de prensa.
Nueve años después de aquello, Real Madrid y Guardiola se cruzan, esta vez con el entrenador dirigiendo al Manchester City.
Los ingleses han dominado con puño de hierro en la pérfida Albion las dos últimas temporadas. Un total de siete títulos domésticos en dos años avalan el trabajo de Guardiola, que, sin embargo, sigue teniendo como asignatura pendiente la 'Orejona', trofeo que no toca desde precisamente 2011.
Pero ese dominio en Inglaterra ha quedado atropellado con la entrada del Liverpool. Los 'Reds', después de tocar a la puerta la temporada pasada quedando un solo punto por debajo del City, han reclamado el trono y se sitúan en la Premier catorce puntos por encima suya.
Quizás este sea el estímulo que Guardiola necesita para que su equipo funcione en 'Champions', una competición en la que el City sigue teniendo como mejor resultado las semifinales de 2016, con Manuel Pellegrini en el banquillo.
El bajón del City en liga se ha visto impulsado, sobre todo, por las lesiones. La plaga de problemas físicos se ha ensañado con la defensa, donde el equipo ha acusado la falta de fondo de armario y se ha vuelto frágil. Aymeric Laporte se lesionó de gravedad en la rodilla, dejando huérfana la posición de central, aunque se espera que el francés esté a punto para la eliminatoria de octavos. John Stones no ha alcanzado el nivel deseado, además de sufrir lesiones musculares esta temporada, convirtiendo a Nicolás Otamendi en central titular, acompañado muchas veces por parches como Fernandinho.
Las otras dos lesiones que han traído de cabeza a Guardiola han sido las de Leroy Sané, fuera todo el año por rotura de ligamentos, y la de Sergio Agüero, cuyos problemas musculares le han hecho perderse los últimos seis encuentros.
Pese a todos estos contratiempos, Guardiola ha negado que el equipo vaya a fichar en enero y ha reiterado que los jugadores con los que empezó la campaña son con los que la acabará.
En todo este infierno de lesiones, sigue habiendo jugadores rindiendo al más alto nivel, siendo el caso de Kevin de Bruyne, Bernardo Silva y Raheem Sterling, tres jugadores prácticamente imprescindibles en el esquema de Guardiola.
A su dibujo se ha adaptado a la perfección Rodri. El exjugador del Atlético de Madrid solo se ha perdido tres encuentros entre Premier y Champions y su figura como sustituto de Fernandinho en el futuro cada vez es más clara en el Etihad Stadium.
Con todo, el City es uno de los rivales más complicados que le podía tocar al Real Madrid, por la astucia de Guardiola para preparar encuentros contra los blancos y por la necesidad que tiene de retornar a la gloria europea.
El desenlace, caiga para el lado que caiga, será dramático.