Diego de Paz, una historia de superación sobre dos ruedas que conquistó a Almodóvar y Bardem
A veces, en el camino de la vida encontramos distintos obstáculos que tenemos que sortear de la mejor forma posible para seguir hacia adelante. Un perfecto ejemplo de esto es la historia de superación del exjugador de la selección española de baloncesto en silla de ruedas Diego de Paz. El sevillano ha atendido a ElDesmarque en esta entrevista donde, de la mano de Santander, narra cómo ha sido su camino en el ámbito del deporte adaptado, con tres diplomas olímpicos e infinidad de títulos nacionales y europeos en su palmarés en una dilatada carrera sobre el parqué. Su esfuerzo, sus emociones, su participación en la película de Pedro Almodóvar Carne trémula doblando a Javier Bardem y otros detalles de una vida alegrada por el deporte forman parte del interesante vídeo de la parte superior.
Desde bien pequeño, a Diego, que padeció poliomielitis antes de que le vacunaran, le apasionaba el baloncesto tanto que su padre le hizo una canasta en el solar de su casa para que jugara con sus hermanos. "Yo tiraba a canasta con un taburete porque me cansaba estando de pie". Fueron sus primeros pinitos en un deporte que se convertiría en uno de los ejes fundamentales de su vida. "Un día probé a jugar con la silla de ruedas deportiva y desde el primer entrenamiento supe que era el deporte al que iba a dedicarme de lleno".
Poco a poco, De Paz iba aprendiendo a manejar la silla de ruedas y fue afinando la puntería. En 1994, hizo las maletas para marcharse a Madrid y jugar en el Fundosa. "Me ayudó a madurar personal y laboralmente".
"El deporte, el mejor bálsamo para cualquier bache de la vida"
Para el exjugador de baloncesto el deporte es "el mejor bálsamo que se puede tener, ver cómo puedes superarte todos los días, ver cómo estás integrado en la sociedad a través del deporte, es la mejor forma para salir de ese bache que te pone la vida pero que ni muchísimo menos se acaba la vida".
Tras muchos años dedicado a la canasta, desde los 17 hasta los 41 años que se retiró, Diego ha podido ver cómo ha evolucionado el deporte adaptado en todo este tiempo. "Empecé a jugar con una silla que pesaba 25 kilos y he llegado a jugar al final de mi carrera con una que pesaba nueve kilos". Además de los avances técnicos, la visibilidad que se le da ahora al deporte adaptado es totalmente diferente. "Ahora a este tipo de deporte se le da una difusión tremenda y somos más conocidos. Antes era difícil que la gente supiera qué era el baloncesto en silla de ruedas, ya todo el mundo lo sabe y la sociedad está más sensibilizada".
Entre los muchos logros de este deportista andaluz se encuentran los tres diplomas olímpicos que consiguió en los Juegos Paralímpicos de Barcelona, Atlanta y Londres (1992, 1996 y 2012). Con una emoción evidente en sus ojos, Diego explica cómo fue esa primera experiencia en una cita de alto nivel como fue la de Barcelona. "Recuerdo cómo cuando dijeron España en el desfile se produjo una explosión en el público del estadio, fue brutal y se me grabó a fuego. Fue muy fuerte".
Con una capacidad innata de superarse a sí mismo, el sevillano reconoce estar orgulloso de que el Polideportivo Municipal de Valencina de La Concepción -su pueblo- lleve su nombre. "Difícilmente creo que una medalla fuera a superar esta satisfacción. Fui el primer caso en que, por unanimidad, un Ayuntamiento le puso el nombre de un deportistas paralímpico a un polideportivo. Yo estoy encantado de que Valencina abriera esa veda de reconocer a los deportistas paralímpicos".
Hace pocos meses, De Paz aprovechó el 'tirón' de Álvaro Morata en la Eurocopa para destacar el valor que no se le da al deporte adaptado. "Me dolió que ninguneara un poco a la afición y le dije, con respeto, que gratis era haber estado como yo estuve jugando en la selección española, junto a muchos otros compañeros, costándonos a nosotros coger nuestros días de vacaciones que había que entender la crítica y que me había puesto yo en su situación. Quería ahondar en que era un privilegiado por lo que tenía".
Deportista nato, el andaluz es un 'chico Almodóvar'. Diego de Paz trabajó con el reconocido director de cine español en la película Carne Trémula haciendo de doble de Javier Bardem. "Tuve que doblarle en pocas escenas y Almodóvar me dijo que tenía la misma cara y la misma espalda de bestia de Javier".
Feliz por todo lo que ha vivido gracias al deporte, Diego de Paz anima a los más pequeños a que prueben en cualquier disciplina. "Por una minusvalía que tenga muy afectada seguro que hay algo que pueda hacer. Que no tengan a los niños discapacitados en casa, que los saquen, que vean el mundo y que no tengan miedo. Si se caen, se levantarán".