Lo común entre Valverde y Mané: casos de agresividad y cómo afecta la presión a los jugadores
Esta semana han ocurrido dos hechos graves de conducta agresiva en el mundo del futbol. Por un lado, Fede Valverde, que supuestamente le asestó un puñetazo al jugador del Villarreal Alex Baena; y por otro, el castañazo de Sadio Mané a su propio compañero de equipo Leroy Sané.
A veces se nos olvida, pero los jugadores son personas iguales que nosotros, por lo que puede que no tengan un buen día o estén preocupados por razones extradeportivas y acaben explotando por alguna parte como les sucedió a estos deportistas.
Casos de agresividad históricos
Cuando se habla de acciones agresivas, a la mayoría se nos viene a la cabeza la serie de patadas que Pepe le propinó a Casquero cuando el jugador estaba en el suelo. Su caso no es el único en este sentido y hay muchos otros en los que se cuestiona si las normas deberían cambiar o si los castigos deberían ser más fuertes.
Un ejemplo claro de no aguantar la presión y de sanción ejemplar fue el bocado de Luis Suarez a Chiellini. El uruguayo, que estaba disputando un partido con su selección, fruto del resultado o del momento que estaba viviendo, le mordió al central Italiano, lo que le dejó cuatro meses de inactividad futbolística.
En ese mismo Mundial, también sucedió una pelea entre dos integrantes de la misma plantilla. Assou-Ekotto y Moukandjo protagonizaron unos agarrones en mitad del partido entre Camerún y Croacia. Además de decir adiós la selección africana al torneo, ambos jugadores fueron sancionados por su federación.
Los deportistas en manos de profesionales
Cada vez son más los jugadores que deciden ir al psicólogo para poder hacer frente a este tipo de casos. Borja Iglesias, delantero del Real Betis Balompié, declaró abiertamente que acudía a terapia todas las semanas para controlar todo lo que le estaba sucediendo en el deporte.
El ya retirado exfutbolista Bojan Krkic, anunció en rueda de prensa que también se puso en manos de profesionales para poder asimilar su éxito profesional con 17 años. “No sabía lo que era la envidia y lo descubrí en el fútbol”, afirmaba el catalán en una entrevista para RAC1.
En el mundo del deporte hace falta mucha disciplina y tener la cabeza bien fría para encarar las situaciones que te tocan. Los deportistas, al fin y al cabo, son personas normales y corrientes, por lo que antes de criticar o insultar a un jugador, habría que ponerse en su lugar y pensar en qué haríamos nosotros si fuéramos ellos.
