Ford Fiesta: nueva imagen, motores y equipamientos
Uno de los pesos pesados del segmento B, el Ford Fiesta, se renueva en este final de año para hacer frente a la dura competencia que suponen las generaciones completamente nuevas de modelos de peso como el Renault Clio, el Seat Ibiza o el Peugeot 208.
Aunque los cambios en el Fiesta no son muy profundos, sí que aportan valores interesantes en todas las áreas del vehículo. La que más nos ha convencido es la estética. El nuevo frontal con la gran parrilla trapezoidal está inspirada en modelos futuros de Ford (caso del Mondeo o del Focus eléctrico) pero también en las formas de otras marcas… ¿o no os recuerda al morro típico de Aston Martin?
Sea como fuere, el nuevo Fiesta es claramente reconocible desde el primer vistazo (algo que no siempre sucede con los restyling de mitad de vida comercial) y es unánime la opinión de que ahora resulta más atractivo. En el interior no hay tantas modificaciones. Algunas afectan al aspecto práctico (hay más huecos portaobjetos y el maletero incluye un doble fondo) y otros se refieren a la ergonomía (ahora los mandos del elevalunas o de la calefacción de los asientos están más a mano).
Una de las grandes novedades de la nueva gama Fiesta es, sin duda, la incorporación del motor 1.0 Ecoboost. Se trata de una unidad de inyección directa de gasolina y turbo que con solo tres cilindros es capaz de generar 100 y 125 caballos, con cifras de consumo sorprendentes: 4,3 litros de promedio. De hecho, toda la gama Fiesta está por debajo de los 120 g/km, lo que le exime del pago del impuesto de matriculación.
El resto de los motores gasolina - las dos versiones del 1.2 con 60 y 82 CV- no cambian salvo por una leve mejoría en las cifras de emisiones. Entre los TDCi turbodiésel aparece ahora una nueva unidad de 1.5 litros y 75 CV de potencia que complementa al 1.6 de 95 CV ya conocido en la gama. Más adelante llegará una versión ECOnetic ultra limpia de esta última motorización que firmará emisiones récord de 87 g/km.
A nivel de equipamiento, el Fiesta estrena sistemas interesantes. Algunos ya los hemos visto en coches de este segmento, como es el Active City Stop o frenada automática de emergencia por debajo de 30 km/h o el SYNC, que permite la conectividad con el coche a través del teléfono móvil e incluye una función de llamada de emergencia internacional en caso de accidente.
Pero también tiene alguna novedad, como es el sistema My Key, un control parental que permite a los padres limitar la velocidad máxima o el volumen de la radio o incluso evitar que se desconecte el control de estabilidad.
La gama a nivel de acabados estará compuesta por las denominaciones habituales de la marca: Trend como escalón de acceso, Sport en el nivel intermedio y Titanium o Titanium X como tope de gama. Todos incluyen airbag de rodilla, ESP, espejos y elevalunas delanteros eléctricos, entre otros. El aire acondicionado, las llantas de aleación o el ordenador de a bordo son de serie a partir de los Sport y solo los Titanium incluyen arranque por botón y el control parental, por ejemplo.
