Play-in de la NBA: cuotas a los equipos en la Conferencia Oeste
La NBA nos ha regalado un duelo entre Stephen Curry y LeBron James por la séptima plaza de la Conferencia Oeste en el inicio del Play-in. El perdedor de este encuentro jugará con el ganador del duelo entre Memphis y San Antonio.
Lakers vs Warriors
Jueves 20 de mayo, 04:15
Regalos así ocurren pocas veces en la NBA. El criticado -al menos por LeBron James- Play-in de la NBA arranca en la Conferencia Oeste ofreciéndonos un duelo a todo o nada entre Lakers y Warriors. Por primera vez desde las finales de 2018, 'King James' se ve las caras con Stephen Curry en un partido donde pueden saltar las chispas por la cantidad de gallos que habrá alineados. Draymond Green tendrá que arreglárselas para detener a Anthony Davis, Marc Gasol y Andre Drummond en la pintura, aunque cuenta con unos compañeros que saben que sumando de dos en dos quizá los Lakers lo tengan complicado.
Y es que los triples están convirtiendo a los Warriors en un arma letal de juego con Wiggins y Ouvre -dos tipos que cuando llegaron a la Bahía de San Francisco no eran tiradores- sabiendo aplicarla a la perfección. Golden State buscará hacer correr a los pesados y veteranos Lakers, aunque la clave del encuentro para los locales residirá en detener por lo civil o criminal a un Stephen Curry que el domingo le metió la friolera de 46 puntos a Memphis Grizzlies en otra final anticipada.
Pese a los peligros expuestos, los Lakers siguen siendo muy favoritos a llevarse el partido a cuota [1.40]. Desde nuestro punto de vista la cuota está un pelín hinchada aunque como para apostar en contra del vigente campeón jugando en casa a un sólo partido. Curry, si sus Warriors quieren plantar batalla, deberá presentar una versión totalmente desatada y hay una cuota que nos encaja a la perfección. Que el máximo anotador de la NBA alcance los 40 puntos en el partido y que su equipo gane se paga a [7.00] siendo un hecho perfectamente posible.
Por otra parte, podemos mirar la opción conservadora que nos trae LeBron James de la mano. El alero, que dice que tras su lesión de tobillo nunca volverá a ser el de antes, presenta una opción consistente en que consigue un doble-doble dando igual que sea de rebotes, asistencias o puntos y que los Lakers ganan a [2.40]. El '23' angelino suele aumentar casi todos sus promedios en los partidos por el título y creemos que para este partido tendrá que aparecer si no quiere verse forzado a jugar contra el ganador del Grizzlies-Spurs.
Popovich contra los irreverentes Grizzlies
En el otro encuentro de la Conferencia Oeste tenemos un duelo entre San Antonio Spurs y Memphis Grizzlies. Se trata de dos equipos completamente diferentes en su planteamiento y en su forma de entender el baloncesto. Los chicos de Popovich juegan muy clásico compartiendo mucho el balón y defendiendo como bestias. Los de la ciudad de Elvis Presley son más creativos, más inexpertos y cuentan con un jugador de dibujos animados como Ja Morant.
En este partido, como ocurrió en el partido de la Conferencia Este entre Indiana y Charlotte -que ganaron fácilmente los primeros-, se debería imponer la experiencia en todo momento, pese a que San Antonio viene en las lonas con un DeMar DeRozan que parece agotado. El triunfo de los Spurs se paga a [2.45] siendo una grandísima oportunidad para los que crean en los cuatro veces campeones de la NBA. La camiseta también pesa en este tipo de encuentros con unos Grizzlies que habitualmente fueron unos 'pardillos' cuando pisaron estas cotas con un nuevo proyecto.
En cuanto a las actuaciones individuales, vemos claro que San Antonio necesita al mejor DeRozan para ganar este choque. Que el veterano escolta anote 25 puntos y además gane su equipo cotiza a una espectacular cuota de [4.50]. El ex de los Raptors es un reloj suizo jugando siempre en esos guarismos. Por otra parte, en Memphis tenemos la tentación de ir con un Ja Morant que anotando 20 puntos y dando el triunfo a su equipo trae un botín de [2.60]. El base de los Grizzlies deberá llevar el peso ofensivo de un equipo que ahora busca poner la guinda a una temporada más que notable.