El avance decisivo de Correa
Ángel Correa ya no es tan imprevisible ni tampoco el recurso desde el banquillo que acostumbró al principio, es hoy por hoy un protagonista principal del Atlético de Madrid, crucial para ser campeón la pasada temporada, reintegrado a la delantera y desatado como goleador: ocho tantos en diez choques.
Los dos últimos al Celta este domingo en Balaídos, en la primera cita del nuevo curso. El primero, el 0-1, un golazo que alojó en la escuadra desde fuera del área; el segundo, el 1-2, instantes después del 1-1 de su adversario, con la culminación de un contragolpe sensacional, con la derecha, cruzado, tras un pase de Saúl Ñíguez. "Son momentos y situaciones que se van dando en el juego. Tuve la suerte de que las dos que pateé al arco entraron", expuso Correa.
Antes, en su primera y única aparición en los amistosos de preparación, frente al Feyenoord en Rotterdam, con su equipo en inferioridad numérica, también marcó un gol, pero, sobre todo, en el esprint final de la pasada Liga, de la que el Atlético no habría salido campeón sin su aportación definitiva, por goles, por juego, por determinación... Porque ahora es muchas veces más decisivo.
A falta de nueve jornadas, contra el Betis, entre la agobiante presión que ya sentía el Atlético en el liderato, Correa sufrió por una ocasión final sin tino, de la que se rehizo a base de goles y partidos incontestables, por ejemplo al rescate de su equipo en un horroroso primer tiempo colectivo con dos tantos al Eibar a la siguiente jornada e igual con otra diana con el Huesca días después.
En las tres citas finales, sin margen de error, suyo fue uno de los goles a la Real Sociedad (2-1), un encuentro sobresaliente en el agónico 2-1 al Osasuna y el gol del empate en la última jornada en Valladolid (1-2), el que lo cambió todo para el Atlético, cuando más complejidad sentía para ser campeón. Necesitaba ganar sí o sí.
"Creo que tiene un poco que ver con la posición que estoy jugando más adelante, más cerca del área rival, y la defensa del entrenador y mis compañeros, que siempre creyeron en mí y que saben que trabajo y doy el máximo para ayudar al equipo", expresó el atacante, en referencia directa a aquel momento en el estadio Benito Villamarín.
Ya es de nuevo delantero. Ha recuperado su sitio. Después de años en la banda derecha, sacrificado al servicio del equipo. El 18 de octubre de 2015, en el estadio Anoeta (hoy Reale Arena) de San Sebastián, fue la primera vez que Simeone divisó sus posibilidades en esa demarcación. "Fue hace bastante ya, pero se me hacía raro".
"Se sufre mucho. Yo por lo menos, en lo personal, lo sufro mucho, porque hay que correr demasiado y hay que estar muy preparado para hacer eso", decía en 2020 sobre ese puesto, en el que también marcó goles, tuvo actuaciones brillantes y decisivas, pero sin la constancia de ahora ni tan reafirmado como está en el once inicial.
El traspaso de Arda Turan al Barcelona, las circunstancias, su adaptación a esa misión en el terreno de juego, aunque él era un delantero, su capacidad de esfuerzo para defender, para atacar y para los mecanismos tácticos tan exigentes de Simeone para cada partido lo trasladaron a esa zona para ayudar al equipo.
Nunca ha superado los diez goles Correa en ninguna temporada con el Atlético. Las más productivas se quedaron en nueve, tanto la pasada campaña como 2017-18, cuando alternó la posición de delantero con la banda derecha, en la que se estabilizó después para resurgir de nuevo como atacante en cuanto Simeone implantó el actual 5-3-2 hace nueve meses, superadas las primeras citas del curso 2020-21.
"El otro día, en el primer partido con el Feyenoord, ya había marcado un gol. Al Celta le marcó dos. Tiene diez, once entrenamientos encima y hay que cuidarlo, porque es de los que más tarde llegaron (a la pretemporada, por su participación en la Copa América). El momento que hizo el gol ya era momento de hacerlo descansar", repasó Simeone después del 1-2 en Vigo.
"Está muy bien. Ojalá pueda mejorar los registros de la temporada pasada porque elevaría al futbolista comprometido, trabajador y desequilibrante que el Atlético de Madrid tiene", abundó el técnico argentino. Correa tiene un nuevo reto. Le quedan ocho goles, los mismos que ha marcado en sus últimos diez duelos como rojiblanco.