Argentina logra su ansiado pase y no lo tendrá difícil
Argentina tenía una misión clara en la tercera jornada del Mundial. No podía permitirse una derrota contra Polonia ya que, de hacerlo, caería eliminada del Mundial en la fase de grupos. Un fracaso que los hombres de Scaloni no estaban dispuestos a asumir, por lo que fueron a por los polacos desde el principio. Polonia no estuvo en ningún momento a la altura del partido y eso facilitó la tarea de los argentinos, que pudieron ganar cómodamente y asegurar su presencia en los octavos de final.
Todo el mundo estaba pendiente del duelo entre Messi y Lewandowski que tanta tensión había generado. Sin embargo, el actual jugador del Barcelona apenas apareció en la cita. Los argentinos tomaron la iniciativa y el dominio del encuentro, con muchas llegadas al área defendida por Szczesny. Pero la polémica no tardó en aparecer en el partido.
Antes del descanso, Messi fue a cabecear un balón aéreo y el portero salió a intentar despejarlo. No lo logró y, posteriormente, golpeó la cara de Messi. El colegiado fue avisado por el VAR y, tras comprobar la acción, pitó penalti a favor de Argentina. Una pena máxima llena de polémica, pero Szczesny apareció con una gran parada para evitar el gol del argentino.
Mac Allister fue el encargado de abrir la lata recién iniciada la segunda parte. Con Argentina por delante en el marcador se presuponía una mayor iniciativa polaca, pero eso no sucedió. Los de Scaloni siguieron controlando el encuentro y no tardó en llegar el 0-2, obra de Julián Álvarez. Argentina logró sentenciar el partido y, sobre todo, consiguió que Polonia no diera ninguna sensación de peligro.
En octavos les espera Australia. Un rival que no debería ser complicado dado el nivel de la plantilla argentina. Pero después del primer tropiezo ante Arabia Saudí, ya no hay confianza en ningún tipo de superioridad.