El Sevilla sigue en problemas: empieza el año de la peor manera
Después del Mundial de Qatar, el Sevilla conservaba la esperanza de volver a una senda de resultados positivos que le permitiera salir de la trágica situación en la que se encuentra. Su rival era el Celta de Vigo, con el que peleaba directamente por evitar los puestos de descenso. Las cuentas eran sencillas: si el equipo de Sampaoli ganaba, conseguiría empezar el año fuera de la zona de descenso. El Celta estaba tan solo un punto por delante y, jugando en casa, los gallegos tenían todo a su favor.
La desesperación del Sevilla por salir de la zona roja de la tabla se notó también en la intensidad de los jugadores. No obstante, esa intensidad no era sinónimo de acierto y el Sevilla, de cara a portería, no era nada preciso. De hecho, fue el Celta de Vigo el que se adelantó en el marcador pasada la media hora de juego. Un gran pase dejó solo a Gabri Veiga delante de Bono, que le colocó el balón por encima y puso el 1-0 a favor del conjunto local.
Al descanso y por debajo en el marcador, Sampaoli quitó a En-Nesyri y sacó a Lamela en la segunda mitad, quien también disfrutó de oportunidades. Pero el que devolvió el empate al marcador fue Kike Salas, de cabeza, tras un córner. El optimismo y el deseo de ganar crecía en el Sevilla, al mismo tiempo que Carvalhal hacía cambios para remover el partido.
Lo único destacado fue la expulsión de Carmona, que cometió un gran error al hacer una entrada sobre Iago Aspas teniendo amarilla desde la primera mitad. Poco pudieron hacer los de Sampaoli en los últimos minutos con un hombre menos sobre el terreno de juego y el resultado final fue de 1-1. El empate no saca al Sevilla de los puestos de descenso, por lo que no comienzan el año de la mejor manera.