Las acusaciones de los jugadores de Griffin a cvMax tras el escándalo
En el día de ayer la escena coreana de League of Legends y por ende la internacional, se sacudía al enterarse de la sanción de por vida impuesta sobre cvMax debido a que existían pruebas de agresiones verbales y físicas sobre sus jugadores cuando estaba en Griffin. El comunicado de Riot no entró en profundidad, pero en pos de la verdad sí que han querido contarla sus protagonistas.
Sword, Tarzan, Rather así como el técnico Chaos, han querido charlar sobre el asunto en una entrevista exclusiva con Inven Global. Y es que más allá del sensacionalismo, hay cosas que deben ser contadas para evitar que ocurran en otras organizaciones. Pues actos así no tienen cabida bajo ningún tipo de justificación ni circunstancia profesional.
Ante las dudas y la defensa del propio cvMax en su stream al respecto, la posición de Griffin es tajante y clara, contradiciendo al que fuese su head coach. Chaos comenta que "desde que entré en Griffin ha habido abusos físicos y verbales. Les gritaba, insultaba a sus madres (en Corea está considerado de los peores insultos posibles) o incluso llegó a agarrar del cuello a algún jugador".
Ese jugador no es otro que el toplaner Sword, que cuenta que se sentía enormemente presionado en todo momento, recibiendo insultos en cada sesión de feedback: "Un día me agarró del cuello y me zarandeó con fuerza. Después de eso me llamó a su habitación y me dijo que no se arrepentía de nada, que me lo merecía por hacer las cosas mal. Incluso llegó a amenazarme de muerte si perdíamos por mi culpa".
Por su parte, Tarzan y Rather cuentan que, aunque ellos no sufrieron ese tipo de trato, si que eran testigos de casi todo lo que sucedía. Unos actos que eran tan constantes que ninguno sabía cómo actuar, e incluso llegaban a normalizarlo y a convertir algunas anécdotas en un meme privado entre ellos. Y es que tanto Rather como Chaos admiten que siendo el primer equipo en el que jugaban, desconocían hasta que punto era normal en el resto de equipos. Aunque para Sword era tal la presión que llegó a tener miedo de la situación, sin poder contársela a sus padres por si le prohibían el seguir siendo jugador profesional.
"Realmente hablar de todo esto directamente podría llegar a perjudicarnos, pero sabiendo esto decidimos hacer esta entrevista para arreglar las cosas que están mal. Siendo honesto, incluso ahora estoy asustado", finalizaba Rather. Un miedo que estaba presente, pero en palabras de Tarzan, cvMax era su entrenador y tenían que hacer las cosas a su manera, llegando a aceptarlo a nivel emocional: "Como no decíamos nada, debió pensar que estábamos de acuerdo con todo aquello".