Fang, el segundo brawler de la Brawl Talk, sorpresa a largo plazo
Como lo prometido es deuda, la Brawl Talk de diciembre ha cumplido presentándonos a dos nuevos brawlers. Aunque con un gigantesco 'pero', ya que uno de ellos no se convertirá en el brawler 54 antes de acabar el año.
Hablamos de Fang, el nuevo luchador de Brawl Stars que hará estremecerse a todos con sus patadas. Protagonista de esta Brawl Talk que ha terminado siendo mucho más realista de lo que nos hubiese gustado, pues Fang llegará varias semanas después de que lo haga Grom, el décimo y último brawler de 2021.
Exacto, y es que lejos de cumplir con la baiteada de tres nuevos brawlers, esta nueva Brawl Talk nos hace viajar al siguiente Brawl Pass. Una temporada 10 que nos lleva a El Año del Tigre, coincidiendo con el calendario chino. De modo que hablar de Fang es hacerlo del nuevo brawler cromático.
En la mañana del lunes 17 de enero concluye la actual Brawlywood, y será momento de recibir a El Año del Tigre, día en el que llegará Fang a Brawl Stars en lo que también parece toda una declaración de intenciones sobre que no tendremos Brawl Talk en enero.
Pero hay que hablar del nuevo brawler cromático, muy acorde al nuevo estilo y ambiente que nos acompañará en 2022, homenajeando a juegos clásicos de lucha. Un brawler que sin duda está inspirado, entre otros, en Bruce Lee o Chuck Norris, pues sus patadas son igualmente letales.
Un brawler de lucha especial, pues su ataque es único y no en ráfaga como lo son los de Rosa, El Primo o Buzz, aunque un único golpe es mucho más letal, llegando a hacer hasta ¡2100 de daño! Si falla haremos el ridículo, pero Fang lanzará una de sus sandalias para igualmente infligir algo de daño a distancia mientras va cargando su letal super.
Y es que al estilo de la onda sónica de Lee Sin, con la Super Fang se desplaza a larga distancia hacia un rival con una letal patada. Si impacta, continuará golpeando rivales a su alcance hasta un total de cuatro veces, pudiendo destrozar a todo un equipo con ese combo de 2250 de daño por cada golpe. Y lo que nos obligará a nunca estar cerca de nuestros propios aliados.
