Espejismo blanquiazul

Tras caer ante el Real Madrid en casa y sumar un punto frente al Levante a domicilio, el Deportivo de Pepe Mel recibió en Riazor a la Real Sociedad de Eusebio Sacristán, una dura piedra de toque en el reestreno de Lucas Pérez como futbolista blanquiazul. Con Tyton, Bruno Gama y Adrián López en el once titular, el cuadro herculino pasó del 4-2-3-1 habitual a un 4-4-2 que se presenta como sistema recurrente de ahora en adelante.

El choque arrancó de la peor manera posible para el Dépor, con la conversión de dos tantos visitantes en dos de las tres primeras llegadas de la Real a las inmediaciones de la portería defendida por Tyton. Juanmi, aprovechando un desajuste defensivo de Schär y Juanfran, e Illarramendi, enviando a la fondo de la red un disparo de media distancia a la salida de un córner, noquearon a los coruñeses. Ambas acciones estuvieron al límite del reglamento, pues el 1-0 llegó con Juanmi mínimamente adelantado y en el segundo tanto existe un fuera de juego posicional que pudo condicionar la estirada de Tyton.
En esa tesitura, los de Mel se vieron obligados a llevar la iniciativa con balón y poco a poco lograron acular a los donostiarras en su área. La estupenda distribución de balón de Schär desde el eje de la zaga alivió los problemas para generar juego entre líneas. Willian José no atosigó al central suizo y Fabian se gustó moviendo la pelota a su antojo. En uno de sus múltiples desplazamientos en largo, Adrián sorprendió a la defensa local y, de primeras, envió el esférico lejos del alcance de Rulli gracias a un golpeo exquisito de interior. 
Tras el paso por los vestuarios, el Deportivo recibió una nueva dosis de confianza al empatar el encuentro merced a un buen centro de Juanfran y posterior peinada de Adrián al corazón del área que definió Andone con maestría. El rumano no perdonó en el área pequeña y subió las tablas del marcador, maquillando el pésimo inicio de partido de los coruñeses.
Mel fue a por el partido en el retorno de Lucas al verde coruñés. Bakkali y Valverde le dieron aire al equipo pero el Dépor terminó encogido y lo acabó pagando a lo grande: un error defensivo blanquiazul a la salida de un córner que aprovechó Llorente y un estropicio colectivo culminado por Illarramendi sin oposición de Tyton tiró por los suelos el amago de remontada.
El Deportivo claudicó ante una Real que terminó los 90 minutos más entera.

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