Luís Campos busca salvaguardar su prestigio en Francia a costa de menospreciar más al Celta

El tiempo de Luís Campos en Vigo está acabado. El director deportivo portugués, con contrato hasta el 30 de junio, ha convertido al Celta en su segundo plato. El PSG es el club al que dedica todos sus esfuerzos. Sus visitas a Vigo son cada vez más escasas. Tampoco es habitual verlo en el palco de Balaídos o en el de otros estadios siguiendo al equipo celeste en directo. Esa sensación de abandono, que Marián Mouriño no ocultó en su primera comparecencia como presidenta del club. También confesó que le gustaría tener un director deportivo centrado al cien por cien en el Celta, desde la base al primer equipo. El luso, sabedor de que su aura en Vigo está a punto de apagarse, ha contraatacado para preservar su prestigio. En Francia aseguran que es él quien medita abandonar el Celta para centrarse en el cuadro parisino.

La información de Le Parisien señala que el director deportivo portugués desea centrarse plenamente en el mercado de enero del París Saint-Germain para reforzar una plantilla que está muy lejos de los objetivos que se marcaron a principio de la temporada aún siendo líderes de la Ligue 1 y clasificándose en segunda posición para los octavos de final de la Champions League donde se medirá a la Real Sociedad.

Su intención de dedicar todos sus esfuerzos al cuadro dirigido por Luis Enrique dejarían al Celta en un plano completamente secundario, algo que lleva sucediendo meses. La información publicada por Le Parisien explica que Luís Campos cree que su ciclo en Vigo está agotado con la llegada de Marián Mouriño a la presidencia del club. También señalan que la hija de Carlos Mouriño quiere renovar el contrato del director deportivo, algo que no parece creíble atendiendo a las palabras de la máxima responsable del Celta.

Todo hace indicar que Luís Campos busca salvaguardar su prestigio abandonando al Celta tras tres mercados más que cuestionables donde ha debilitado a la plantilla malvendiendo a sus mejores canteranos para firmar jóvenes apuestas que no han permitido dar el salto de calidad que el club buscó con la contratación del director deportivo luso en verano de 2022. Carlos Mouriño y Antonio Chaves apostaron por la figura de un asesor externo que compaginaría su trabajo con el de otros clubes sin tener que residir en Vigo. Año y medio después la fórmula ha fallado.

Aunque en Le Parisien apuntan a que Luís Campos ha pedido tiempo para reflexionar sobre su continuidad en Vigo todos los pasos dados por la nueva presidencia del club indican el retorno a una dirección deportiva tradicional en la que Luís Campos, y su elevadísimo salario, no tienen cabida. El nuevo organigrama deportivo del Celta, en suspenso por la mala situación del equipo, contará con personas que puedan trabajar a diario centradas solamente en el club.