El combustible barato que lo cambia todo gracias al plástico

Si has visto la trilogía ‘Regreso al futuro’, es muy posible que recuerdes la escena final de la primera entrega. Hablamos de aquella en la que Doc llega del futuro con el DeLorean a la casa de Marty McFly, pero el coche está totalmente renovado, con propulsores para volar, ruedas que se pliegan para conseguir aerodinámica y una entrada para el depósito muy peculiar con forma de papelera. Entonces el científico la abre y empieza a meter basura, señalando que en el futuro ese será el combustible.

Pues bien, ese futuro ha llegado. Ahora es posible convertir los desechos plásticos en combustible barato. Una empresa española ha dado un paso gigante, inventando un proceso innovador que transforma el plástico en hidrocarburos.

Una empresa española revierte el proceso de fabricación del plástico para obtener petróleo

Entendemos que los plásticos forman parte de nuestro día a día, pero también conocemos el lado oscuro: el impacto ambiental negativo. La acumulación de toneladas de plástico es un problema global que nos afecta y afectará a las próximas generaciones. Sin embargo, alguien ha tenido la idea de convertir este desastre en un recurso valioso: combustible.

La idea parte de la premisa de que los plásticos se hacen a partir del petróleo. Y lo que hace es, básicamente, revertir el proceso.  La mencionada empresa ha logrado crear un método eficiente que convierte un kilo de plástico en aproximadamente un litro de combustible.

Así se obtiene gasóleo del plástico

El proceso tiene varias etapas. Primero, rompen la cadena molecular del plástico, generando un gas que, al enfriarse, se transforma en un líquido que es una mezcla de gasóleo, gasolina y queroseno. Luego, separan estos componentes, y obtienen el gasóleo resultante. Un combustible perfectamente compatible para calderas, motores diésel, o incluso embarcaciones.

Este método, además, ha reducido la energía necesaria para la conversión a niveles épicos: 1 kW de potencia por litro de hidrocarburo, y a un coste de menos de 10 céntimos de euro. Además, las emisiones resultantes se mantienen un 80% por debajo del máximo permitido.

Por el momento no está disponible para el uso doméstico

Ahora bien, la maquinaria para este reciclaje plástico a combustible ya existe y viene en diferentes tamaños. Desde dispositivos pequeñitos que manejan 240 kilos diarios hasta verdaderos monstruos capaces de procesar hasta 8.000 kg. Pero ninguna de ellas es de momento compatible para usar en casa.  El proceso inicial contempla a las empresas de reciclaje podrían hacer una inversión redonda.

Estamos hablando de un cambio revolucionario que podría meterse en todos los rincones. Desde reducir los costos de calefacción en vecindarios hasta convertirse en una fuente extra de ingresos para las empresas de reciclaje, que a la vez les serviría para mejorar sus procesos.