Museo OXO: un fascinante viaje por la historia del videojuego
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Mucho más que un museo. Toda una experiencia
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Final Fantasy The Exhibition es uno de los grandes reclamos
El pasado 26 de enero, el Museo OXO de Málaga cumplió su primer aniversario. Y desde ElDesmarque tuvimos el privilegio de poder cruzar su umbral, descubriendo todas y cada una de las maravillas que ofrece a su público, viajando por el pasado, presente y futuro del vídeojuego.
A lo largo de todo el pasado año, un total de 121.374 visitantes dieron buena fe de ello. Siendo un 40% correspondiente a turistas extranjeros. Algo en lo que ayuda que se encuentre en pleno Centro Histórico de Málaga, a apenas un minuto a pie de la Catedral de la Encarnación. Y tras nuestra experiencia, esa cifra se nos queda hasta corta. Posiblemente por el desconocimiento de muchos a todo lo que pueden vivir en su interior.
El Museo OXO, el lugar al que entras por curiosidad, y donde te gustaría pasar el resto del día
Todo comienza por la Sala Inmersiva, donde una experiencia 3D es solo la primera píldora que nos espera. Y al subir por su túnel del infinito, nos encontramos con la primera parada en 'el pasado del videojuego'. Una primera planta centrada desde su origen en 1952, de todas las formas imaginables posibles. Es aquí donde empieza nuestra aventura por el museo.
Cuando uno piensa en un museo, no son pocos a los que les echa para atrás la idea. Esperan encontrar 'únicamente' exposiciones y explicaciones de cierta parte de la historia, en este caso del videojuego, y salir de allí con la enriquecedora experiencia intelectual. Y si bien el Museo OXO del Videojuego nos ofrece todo eso, su magia reside en la fascinante experiencia interactiva que encontramos en su interior.
¿En que se traduce eso? Pues en que en cada más pisar su primera planta, encontraremos todo tipo de consolas y juegos con los que recrearnos. Todo un chute de nostalgia para los veteranos, o el descubrir algunos de los maravillosos títulos de todas las épocas. Si te apetece jugar al Pong con algún amigo, echarnos un Tomb Raider en una PlayStation, o empezar una nueva partida al Half-Life en un PC con Windows 98', puedes hacerlo. Y de postre, una partida al Spyro con un mando gigante de unos dos metros de ancho, o un Pokémon Stadium en la Nintendo 64.
No solo supone una experiencia absolutamente fabulosa, si no que además es el ejemplo perfecto de combatir uno de los mayores problemas de la industria, como es la conservación de los videojuegos. Ni en el pasado, y tampoco ahora, se lucha desde la propia industria por el poder seguir conservando juegos y consolas a poco que pasan unos años. Y el Museo OXO también pone su granito de arena en esta lucha en la que es la comunidad, por puro amor y con mucho sacrificio, la que permite que a día de hoy podamos seguir jugando a títulos del pasado.
Y tras ello llegamos al presente del videojuego. Una segunda planta en la que actualmente se encuentra Final Fantasy The Exhibition. Una exposición única que llega por primera vez a Europa, y de la que podemos disfrutar en el Museo OXO, solo hasta el próximo 31 de marzo. Con objetos exclusivos y únicos en todo el mundo, como la Espada Mortal de Cloud a escala 1:1.
Aprender sobre el pasado y presente de una de las sagas más influyentes de la historia es otro regalo. Pero una vez más, no termina todo ahí, con una profunda parte interactiva. Pudiendo sentarte a gozar de un concierto de Nobuo Uematsu. O por supuesto poder jugar a cualquiera de los títulos de la saga. Desde el Final Fantasy I en una Nintendo, hasta el Final Fantasy XVI en una PS5.
¿Y cuál es la siguiente parada? Pues la parte más futurista del museo. El LABS del Museo OXO, que es una experiencia sensorial totalmente diferente. Un universo que para nosotros en Occidente es totalmente revolucionario, y que solo es comparable a una visita a los salones de videojuegos en Japón (más concretamente al barrio de Akihabara, en Tokyo), donde viven en un universo aparte, con siglos de ventaja. Donde también tienen numerosas consolas, con experiencias VR incluidas, ideales para los más pequeños.
Y a nuestra salida, el peligro no termina. Con una coqueta tienda de merchandising en la que es difícil no caer en la tentación. La guinda a esta experiencia que supone el Museo OXO del Videojuego en Málaga. El lugar ideal para pasar todo el día entre todas las consolas inimaginables, jugando a muchos de los títulos con los que nos hemos criado desde siempre, y que nos siguen acompañando en nuestro día a día.