Isaac Romero falla en un juego de colores y le caen los vaciles: “Colegio, azul, dos y dos cuatro”

El Sevilla salió a entrenar en Viernes Santo para preparar su próximo reto ante el Getafe de Bordalás en el Coliseum. Una de las actividades consistía en tocar los palos y los conos del color ordenado. Isaac Romero, no sabemos si por su reciente renovación, en su turno, no estuvo atento al orden y se llevo una buena reprimenda.

“¡Azul, Isaac, azul!”. El jugador, al volver a la fila, se mostró partiéndose de risa junto con sus compañeros. Finalmente, se llevó los vaciles. “Isaac, colegio, ¿eh? Colegio, azul, dos y dos cuatro y dos seis”, le gritó el entrenador ante las risas de todos. En el vídeo que encabeza la noticia, el error de Isaac Romero que le costó los vaciles del resto de sus compañeros.

Isaac Romero, la perla del Sevilla

Se ha convertido en una referencia en el equipo y en una de las piezas más adoradas por los aficionados. Tiene 23 años, pero, aunque no sea tan joven hay que recordar que solo lleva jugando en el primer equipo desde enero. Una presión que Quique Sánchez Flores tiene muy claro cómo gestionar.

"Hago lo mismo que desde el principio. No agobiarlo, darle su espacio. Cuando marcaba no le decíamos nada, ahora que no los ha hecho tampoco le decimos nada. Lo mejor para un delantero es que haga ocasiones. Hemos visto que en algunos partidos podía haber tomado mejores decisiones, pero el fútbol es de futbolistas. No le vamos a decir lo que tienen que hacer. No nos sentimos superiores como para eso. Tiene sus ocasiones, muchas. No ha entrado esta vez, intentaremos que entre la próxima vez", explicó el técnico madrileño.

Además, el entrenador habló de cómo prepara a todo el equipo mentalmente teniendo en cuenta la situación que están viviendo. Llevan dos jornadas sin ganar y no parecen respirar de los puestos bajos de la clasificación.

"Se prepara de la mejor manera posible. La primera semana ha sido dolorosa, había un ambiente de decepción grande. Hemos fallado. Le hemos fallado a la afición, a los nuestros y somos los señalados o culpables porque dependíamos de nosotros. Nos ha costado sacarnos esa losa. Una vez hecho, debemos intentar que esa atmósfera sea lo más positiva posible. Si cada vez que perdemos nos desanima o nos envuelve toda esa negatividad, no seremos capaces de ponernos de pie para el próximo partido", explicó.