Más pólvora al Levante-Eibar con una designación arbitral con precedentes nefastos

Si ya no tenía suficiente relevancia el encuentro del Levante de este sábado ante el Eibar, la designación arbitral, tanto de principal como en el VAR, inyecta más morbo a esta cita clave por el objetivo del play-off de ascenso. Más leña al fuego al conocerse que Arcediano Monescillo y Gálvez Rascón se volverán a cruzar en el camino. Ambos son los principales exponentes del malestar por las decisiones arbitrales que ha reinado en Orriols en muchos momentos de la temporada.

Será la tercera vez que Dámaso Arcediano Monescillo, del Comité de Castilla-La Mancha, dirija al Levante y las dos ocasiones anteriores perjudicó al Levante. La más sonada, fue la última, en la visita al Espanyol. Gorostegui Fernández no quiso llamar a Arcediano Monescillo, colegiado principal, en el minuto 95 para que revisara en el monitor una mano clamorosa de Keita Balde, con voluntariedad, para cortar la trayectoria del balón e impedir el remate en área pequeña de Álex Muñoz, que esperaba para rematar. Para colmo, en la jugada siguiente, Martin Braithwaite sentenció al Levante con un penalti en la tras unas manos, que lo fueron, del propio Álex Muñoz.

"Todo el esfuerzo de una plantilla se va a la mierda, porque el VAR no llama al árbitro y ahora te callas y te la comes una vez más", destacaba Calleja. "De verdad que es una cosa inexplicable. Una puta locura. Con sancionarnos a los jugadores después por rajar se arregla. Lo que está sufriendo este club y esta afición con decisiones así…", reflejaba el capitán Sergio Postigo en redes sociales.

La interpretación de las manos

Pero Arcediano Monescillo también fue el árbitro principal de la primera jornada de Liga. El inicio del curso 2023/2024, en Lezama, terminó de la misma forma que el anterior, con una mano revisada por el VAR, que perjudicó los intereses del Levante. La polémica nació de un despeje de Sergio Postigo, que impactó en el brazo despegado de Álex Carbonell y el ‘21’ del Amorebieta, que tuvo la extremidad despegada de su cuerpo, se acomodó el esférico de manera ilegal para situarse solo ante un Joan Femenías al que le picó el balón por arriba y Eneko Jauregui hizo el resto en línea de gol.

Aquella jugada del arranque liguero fue prácticamente idéntica a la de la última jornada de Liga en casa ante el Cartagena, que impidió el 1-1 de Bouldini tras unas manos previas de Álex Muñoz, que sí fueron penalizadas. “Cuando es en Amorebieta, mal; y aquí, otra vez mal. Alguna vez nos tendrá que favorecer. Cada vez que interviene el VAR nos mata”, afirmaba Felipe Miñambres tras la última derrota en casa.

Gálvez Rascón y su influencia en contra del Levante desde el VAR

Y para rizar el rizo, en el VAR estará Gálvez Rascón como en el Levante-Villarreal B en el Ciutat del incomprensible gol anulado a Bouldini. “Ves la línea del fuera de juego y te dan ganas de irte”, así de contundente se mostró Javi Calleja en sala de prensa a la hora de analizar el empate del Levante frente al Villarreal B. La jugada de la discordia, aún con 0-0, surgió en el minuto 52 de partido, cuando el delantero marroquí remató a la red tras recibir un ajustadísimo pase de Carlos Álvarez. Cordero Vega se echó la mano al oído ante el jolgorio del Ciutat de València que celebraba el gol. La acción iba a ser revisada en el VAR, con Gálvez Rascón al frente. Tras cinco largos minutos, decretaron que la posición de Bouldini era ilegal.

Esta acción generó un “profundo malestar” en el Levante, que trasladó un comunicado oficial pidiendo “una reflexión sincera sobre el conjunto de los hechos ocurridos y el gran perjuicio que ello provoca en el fútbol". Gálvez Rascón también fue el que mandó a González Francés a la pantalla para terminar expulsando a Brugué con roja directa en el encuentro en el Ciutat ante el Mirandés de Alessio Lisci.