El Celta Fortuna, convencido de ganar en Málaga: "No tenemos miedo ni nada que perder"

A poco más de 48 horas para el gran partido del año en La Rosaleda, el Celta Fortuna lo afronta con una actitud de ambición máxima y con un discurso que aleja cualquier creencia de nerviosismo y presión. No la tendrán como el Málaga, obligado a cumplir ante su gente y seguir vivos en el play off. Los vigueses, con el 2-2 de la ida, están muy vivos y con ganas de fastidiar la fiesta al malaguismo.

En los últimos dían iban goteando declaraciones del entrenador, Fredi Álvarez, y de jugadores como Alfon, autor del 1-0 en la ida, que destilaban el ambiente de confianza que existe en el filial del Celta. El último en tomar la palabra ha sido el defensa Manu Fernández en la televisión autonómica gallega (TVG).

"No tenemos nada que perder y mucho que ganar. Un ascenso a Segunda nos cambiaría mucho la carrera a muchos de nosotros. Sabemos que La Rosaleda va a ser un estadio que apriete mucho, pero en el campo jugamos once contra once y no tenemos miedo a ningún rival. Vamos a centrarnos en hacer nuestro fútbol y tratar de encontrar al hombre libre. Tenemos que tratarles de tú a tú porque es lo que nos ha llevado hasta aquí", expresó el jugador de 23 años.

Unas palabras que traducen la fe del equipo gallego en su intento de conquistar La Rosaleda." Creo que no va a ser el último partido que juguemos aquí", aseguró el extremo manchego Alfon hace unos días. Fredi Álvarez, en la previa, ha declarado que el último gol del pasado sábado en el minuto 93 puede ser clave: "La gente dijo que este gol nos va a dar el pase de la eliminatoria. Cuando estábamos medio muertos con ese resultado de 1-2, el gol de Pablo Durán en el descuento nos abre la eliminatoria de una manera importante".

El vestuario celeste está ilusionado con el partido de vuelta, por mucho que no cuenten con el apoyo cercano de su gente. Se esperan menos de cincuenta hinchas, pese a que el Málaga destinó 300 localidades a la afición visitante, la mayoría devueltas y repartidas al público general de la capital malacitana.

Un infierno en Martiricos

Por su parte, el malaguismo está cerca de un lleno que superaría todos los registros de la presente temporada. El tope está en los 26.130 del Málaga - Ibiza del pasado 3 de marzo. Este jueves se pusieron a la venta en web y taquillas las 1.200 entradas liberadas en la última tanda para evitar asientos vacíos el sábado. Había colas en el estadio para hacerse con ellas. El partido, eso sí, empieza a jugarse dos horas antes.

Como en otras ocasiones en temporadas anteriores, la más recordada, la del Málaga-Dépor en aquella eliminatoria por el ascenso a Primera en 2019, esta vez también habrá un gran recibimiento al autobús del equipo en la avenida de La Palmilla, desde las 17.30 horas. Miles de aficionados se congregarán en la arteria principal de La Rosaleda para animar a los jugadores a su llegada con cánticos, bufandas, bengalas y mucha energía. 

Ya lo hicieron en el aeropuerto cientos de ellos, dando ánimos antes de embarcar a Vigo. Incluso un grupo de valientes se acercó también a la llegada del equipo a Málaga, el domingo de madrugada. También habrá un mosaico en el estadio y algunas peñas han instado a hacer una papelada. Desde la grada de animación ha surgido la iniciativa #PonteLaBlanquiazul para que los malaguistas acudan al estadio ataviados con la primera equipación. 

Cualquier opción suma en un día grande en el templo malagueño, que espera no repetir lo que vivió la última vez contra el Dépor. El Celta Fortuna ganó esta temporada 0-1 en Riazor delante de 26.000 almas. Están convencidos de que pueden hacer lo propio con el Málaga, que deberá tenerles respeto, pero no miedo.