Una decisión polémica y evitable
El Comité Técnico de Árbitros de la RFEF ha designado a Isidro Díaz de Mera como el colegiado encargado de dirigir el Málaga-Deportivo que se celebrará este sábado 15 de junio en La Rosaleda. La selección del árbitro adscrito al comité castellano-manchego ha sido recibida con incredulidad por el deportivismo, porque el mismo tomó una decisión muy polémica en el duelo entre ambos rivales disputado en Riazor en la primera vuelta de la competición. Díaz de Mera expulsó a Quique González por realizar una chilena y golpear, sin intención alguna, a Luis Hernández. Al punta blanquiazul le cayeron dos partidos de sanción.
La acción polémica
Poco después del tanto del empate de Carlos Fernández para el Deportivo ante el Málaga el pasado 7 de octubre de 2018, el colegiado del encuentro quiso ser protagonista. Una chilena de Quique González en la frontal del área fue interpretada por el árbitro del partido -Díaz de Mera- como falta y, ante la incredulidad de los presentes, expulsó al delantero con roja directa. Una acción difícil de comprender que dejó al Dépor con uno menos para la recta final.
Quizá fue la jugada que marcó los últimos minutos del partido en Riazor, ya que desde ese momento el cuadro dirigido por Natxo González tuvo que replegarse un poco en tareas defensivas. El colegiado de la cita, en una más que discutida acción tanto por parte de los jugadores como de la afición, dejó al Deportivo con un hombre menos.
Sucedió en el minuto 78 de partido, cuando el delantero del cuadro blanquiazul, Quique González, realizó una estética chilena, pero terminó golpeando con su pie en la cabeza de Luis Hernández, que tuvo que ser atendido. Una acción peligrosa pero sin ninguna mala intención. Para todos menos para el colegiado Díaz de Mera.
Lo recogido en el acta
El propio árbitro interpretó falta y, de manera incomprensible, expulsó con roja directa al delantero, una acción que debilitó a los de Natxo González. En el acta del partido, el encargado de impartir justifica indicó que Quique fue expulsado por "dar una patada en la cabeza a un adversario, con uso de fuerza excesiva, en disputa del balón".
El futbolista abandonó el partido contrariado y Natxo González no tuvo más remedio que modificar su esquema en un momento clave. El Dépor acababa de anotar el empate apenas tres minutos antes y la inercia era positiva. Era el momento del equipo coruñés, pero el árbitro se encargó de enterrarlo.
Ya en los últimos minutos, Natxo decidió retirar del partido a Carlos Fernández e introducir a Eneko Bóveda para contemporizar y salvaguardar un importante punto ante un rival que pelea por el mismo objetivo. Un punto que puede servir para mucho en el final de esta película.